Un hombre mata a su ex pareja a tiros y luego se suicida

Un hombre mató ayer a su ex pareja a tiros en Badajoz y después se suicidó tirándose desde una ventana, según informaron fuentes de la Delegación del Gobierno en Extremadura. En una jornada funesta para la violencia de género, también ayer se encontró el cadáver del ex novio de una mujer desaparecida desde el domingo en Boadilla (Madrid), lo que da aún más indicios de que pudiera tratarse de un caso de violencia machista.

El asesinato de Badajoz ocurrió sobre las nueve de la mañana en el edificio situado en el número 107 de la calle de Ricardo Carapeto de la capital pacense.

La víctima es una mujer marroquí de unos 44 años que residía en Badajoz, mientras que el presunto asesino y posterior suicida es un ciudadano español, natural de un pueblo de la misma provincia, y tenía 59 años. La mujer había denunciado varias veces a su ex novio por amenazas y éste tenía una orden de alejamiento en vigor que el pasado septiembre se había reducido de riesgo medio a riesgo no apreciado, según la delegada del Gobierno en Extremadura, Carmen Pereira.

La Policía investiga la procedencia de la pistola con la que el hombre presuntamente mató a su ex mujer. También apuntó la delegada que fueron los vecinos quienes avisaron de lo ocurrido.

El otro caso de violencia de género, aún no confirmado, daba ayer un vuelco en la investigación cuando la Guardia Civil encontró el cuerpo sin vida de la ex pareja de la mujer desaparecida en la localidad madrileña de Boadilla del Monte desde la madrugada del domingo.

El cadáver de Javier P., de 30 años, apareció ahorcado en una torre de alta tensión de un paraje del término municipal de San Lorenzo de El Escorial, informó el instituto armado.

La mujer, María García Revuelta, de 26 años, desapareció el pasado domingo en Boadilla del Monte después de participar en una cena de empresa que abandonó con su ex pareja.

La Guardia Civil ha puesto un dispositivo de búsqueda centrando en una zona boscosa a las afueras de la localidad de Fuenlabrada, al sur de la capital madrileña, aunque no habían encontrado ningún rastro hasta el cierre de esta edición.