La historia de amor entre Albert Camus y María Casares a través de sus cartas

Historia

La historia de amor entre Albert Camus y María Casares a través de sus cartas
La historia de amor entre Albert Camus y María Casares a través de sus cartas
Redacción - Raquel Narbona Valiente

05 de junio 2024 - 21:00

Sevilla/Las cartas de amor entre Albert Camus (Mondovi, actual Dréan, Argelia francesa, 1913-Villeblevin, Francia, 1960) y María Casares (A Coruña, 1922-Alloue, Francia, 1996) nos muestran una relación intensa y apasionada, pero además de esto, también nos dan una pista sobre los contextos históricos y personales que moldearon sus vidas. Exilio, destierro, desierto, mar y océano son términos que aparecen bastante en las 865 cartas que se han recopilado entre los dos.

María Casares es considerada una de las intérpretes teatrales y cinematográficas más importantes del siglo XX. Ella se exilió en Francia en 1936 junto a su madre tras la guerra civil española. Fue hija de Santiago Casares Quiroga, ministro y jefe de Gobierno bajo la presidencia de Manuel Azaña, y fue forzada a dejar España con catorce años. Por su lado, Albert Camus, nacido en Argelia, también se vio obligado a exiliarse en París debido a la inestabilidad y la miseria en su tierra natal. Así, su amor floreció, en un espacio de deseo y escritura que solo sus cartas podían vivir plenamente.

La primera carta de esta colección es una nota de junio de 1944, en la que Camus le propone un encuentro a María Casares. Este fue el comienzo de una intensa relación que duró hasta la muerte de Albert Camus en un accidente de coche en 1960. Sus cartas hablan solas: fue una relación marcada por la pasión, el compromiso y, a veces, el dolor.

Durante muchos años las cartas fueron escritas durante separaciones forzadas por las obligaciones profesionales y los problemas de salud de Camus, quien tenía tuberculosis. Para mantener su relación viva, ambos se comprometieron a escribirse diariamente, por lo menos durante los primeros años de su relación de casi dieciséis años. En estas cartas se muestran los sentimientos de Casares y Camus pero, más allá de esto, también nos transporta a París de los años cincuenta, con sus huelgas, la amenaza de la bomba de hidrógeno y las presiones del Partido Comunista.

Albert Camus a María Casares, 21 de julio de 1944:

“Repito una vez más que nunca he sabido de nada que no estuviera limitado y amenazado. No le doy importancia a nada que no sea la creación o el hombre, o el amor. Pero, al menos en los terrenos en que me reconozco, siempre he hecho lo necesario para agotarlo todo hasta el final. (…) Un amor, Maria, no se conquista luchando con el mundo, sino contra uno mismo”.

María Casares a Albert Camus, 21 de junio de 1949:

“Vaya que sí, ahora sé más que nunca cómo, hasta qué punto te quiero. Por fin conozco ese amor que trasciende la medida de dos seres y que lleva dentro todas las riquezas y todas las miserias del Universo. Lo intuía, llegué incluso a codearme con él; pero hoy está aquí, y tanto que está, existe; podría tocarlo”.

En las cartas vemos cómo María Casares se metía demasiado en los sentimientos de los personajes que interpretaba, llevándola a un estado de destierro de sí misma. En su manera de redactar las cartas, descubrimos el temperamento de Casares, su aguda ironía y su gran talento para la escritura. Por otro lado, Camus compartía sus preocupaciones sobre la situación política y social en Argelia.

Albert Camus a María Casares, 14 de diciembre de 1949:

“Me han llegado de ti más dolores de los que nunca esperé de una persona. Incluso hoy, tu pensamiento en mí va mezclado con padecimientos. Pero, pese a tanta desesperación, tu rostro sigue siendo para mí el de la felicidad y la vida. No puedo remediarlo, no he hecho nada para ello salvo rendirme a este amor, que hacía dentro de mí el vacío antes de saciarme hasta el corazón. Siendo como soy, tampoco se puede hacer ya nada, bien lo sé, y te querré hasta el final”.

María Casares a Albert Camus, 14 de febrero de 1950:

“…y como, aun así, sientes que algo tendré que hacer para volcar mi energía y no desfallecer del todo, ahora me recomiendas ¡que haga DEPORTE! ¡Y que vaya a la PISCINA! ¡Que es algo que aborrezco! Pero ¡bueno!... ¿Tú quieres matarme o qué? (…) ¡No voy a montar en cólera! ¡No debo! ¡Una vez más son el descanso, tu aire de hombre fatal y vigoroso, y el ensayo los que tienen la culpa de todo! ¡Eres tonto, pobre cariño mío! ¡Y habrá que esperar a que se te pase! Eso es todo”.

Estas palabras de amor y, en general, toda la correspondencia fue publicada en Francia en 2017 por la editorial Gallimard, supervisada por Catherine, la hija de Camus. Estas cartas, además de ser una prueba del amor entre Camus y Casares, también muestran la lucha que ambos tenían por encontrar un sentido a sus vidas en medio de las adversidades sociales y políticas.

stats