Gusano musical: Descubre por qué una canción no sale de tu cabeza

Desde un pegajoso jingle publicitario hasta el último hit de moda hay fragmentos musicales pueden quedarse atrapados en tu cerebro durante horas, días, o incluso más tiempo

No estás solo y es una estrategia del cerebro para divertirse con la música

El poco conocido origen español de la famosa y clásica sintonía de Nokia

Imagen recreada por IA
Imagen recreada por IA / GPT

¿Alguna vez te has sorprendido tarareando una canción que no puedes sacar de tu cabeza? No estás solo. Imagínate por un momento que estás tan tranquilo y en tu cabeza resuena por ejemplo el estribillo pongamos de Rock the Night de Europe (The final countdown la dejamos para otro momento), y una y otra vez se para en la estrofa de "Rock now, rock the night, oh, oh, oh, oh". Este fenómeno, conocido popularmente como gusano musical o earworm, afecta a millones de personas en todo el mundo y es más común de lo que imaginas. El gusano musical es esa melodía o fragmento de una canción que se repite en tu mente sin cesar, a menudo de manera involuntaria y persistente. Desde un pegajoso jingle publicitario hasta el último hit de moda, estos fragmentos musicales pueden quedarse atrapados en tu cerebro durante horas, días, o incluso más tiempo.

Pero, ¿por qué ocurre esto? Los expertos señalan que las canciones con estructuras repetitivas, ritmos simples y letras fáciles de recordar tienen más probabilidades de convertirse en gusanos musicales. Además, nuestro cerebro tiende a reproducir estas melodías cuando estamos en un estado mental relajado o realizando tareas rutinarias, buscando quizás una forma de entretenimiento mental.

Sin embargo, no todas las canciones se convierten en gusanos musicales. Aquellas con un significado emocional particular para la persona, o simplemente las que son más pegajosas, son las más propensas a quedarse atrapadas en nuestra mente. ¿Y cómo deshacerse de un gusano musical? Aunque no existe una solución mágica, muchos recomiendan escuchar la canción completa, distraerse con otra actividad o, curiosamente, reemplazar el gusano con una nueva canción que no sea tan invasiva.

Así que la próxima vez que te encuentres tarareando ese estribillo una y otra vez, recuerda que es solo tu cerebro jugando con la música. Y aunque puede ser molesto, al menos no estás solo en esta melodía interminable.

stats