Tribuna Económica
José Ignacio Castillo Manzano
Las Tres Gracias del presupuesto andaluz y Séneca
Aunque la palabra 'desescalada' no está recogida por la Real Academia Española es una de las más escuchadas en los últimos días, aplicada a la flexibilidad que tendremos próximamente para salir, poco a poco, del confinamiento.
Hacer deporte fuera de casa, salir a pasear este próximo sábado o volver a las terrazas el 11 de mayo (aunque este lunes ya se puede recoger comida para domicilio), son algunas de las próximas conquistas que podremos disfrutar en una progresiva libertad de movimiento aunque, no obstante, no podemos bajar la guardia en ningún momento por nuestro bien y el de nuestro entorno más cercano.
Y es que, todas las medidas de seguridad que hemos adoptado en estos últimos meses, han venido para quedarse; y, a la hora de salir a la calle, seguirá siendo obligatorio el lavado extremo de manos o el distanciamiento social con el fin de evitar nuevos contagios.
Un reciente informe técnico de la Organización Mundial de la Salud (OMS) asegura que no se ha demostrado que el COVID-19 se transmita por el aire, pero sí se contagia a través de las partículas que puede esparcir un infectado al toser o estornudar. Es por ello que, según el Ministerio de Sanidad, es "altamente recomendable" utilizar la mascarilla en lugares cerrados, centros de trabajo y transporte público. Si caminamos por la calle o vamos a ámbitos que se encuentren al aire libre, no será necesaria siempre y cuando no haya aglomeraciones.
Lo aconsejable es utilizar una mascarilla higiénica -de menor eficacia que la quirúrgica- para que exista una barrera física para el virus de entrada a nuestro cuerpo. Pero, a pesar de su utilización, deberemos seguir manteniendo la distancia social.
La OMS desaconseja el uso de guantes de látex o nitrilo cuando salgamos a la calle, aunque podría parecer lo más lógico. La institución internacional asegura que "lavarse las manos con frecuencia proporciona más protección frente al contagio" ya que, "si uno se toca la cara mientras los lleva, la contaminación pasa del guante a la cara y es entonces cuando puede causar la infección".
Es lo que llaman los expertos como "falsa sensación de seguridad". Sí aconsejan los guantes de plástico en el supermercado, como los que ya se usaban antes del confinamiento para las frutas y verduras.
No es necesario utilizar soluciones hidroalcohólicas si nos lavamos frecuentemente las manos con agua y jabón. Además, estos geles son efectivos con las manos ya limpias, por lo que nos podemos ahorrar su compra si tenemos acceso a un grifo.
Según la guía de buenas prácticas publicada por el Ministerio de Sanidad se recomienda favorecer el desplazamiento al trabajo por medios que no supongan la agrupación con más personas, garantizando la distancia entre ellas de dos metros, misma distancia que si vamos en transporte público. E, igualmente, en el trabajo.
Si vamos por la calle, aunque el riesgo de transmisión se reduce si estamos aire libre, la distancia de seguridad aconsejable es de un metro y medio con el resto de viandantes.
En el caso de que corramos o paseemos, esa será también la distancia con otras personas que no habiten en la misma vivienda.
Siempre y cuando no haya ninguna persona afectada en casa, no es necesario dejar los zapatos en la puerta, ducharse o lavar la ropa a 60 grados. Volveremos a lavarnos las manos muy bien con agua y jabón antes de tocar nada y ya será suficiente.
Es conveniente, por último, introducir la desinfección de algunos objetos -como el teléfono móvil, las gafas de sol o graduadas, la cartera o las llaves-, en nuestra rutina. Hay que replantearse, pues, nuestros hábitos y asumir la prevención como algo 'normal' en nuestra nueva vida.
También te puede interesar
Lo último
No hay comentarios