Las farmacias también son clave en la reforma sanitaria norteamericana
La labor de los boticarios y su colaboración con los médicos permiten mejorar el seguimiento de pacientes crónicos
El papel de los farmacéuticos no ha recibido mucha atención en el debate sobre el costo de la atención de la salud y la reforma sanitaria en Estados Unidos. Pero los estudios nacionales y regionales muestran que cuando los farmacéuticos participan directamente en la atención al paciente, se reducen significativamente los costos de tratamiento y mejoran los resultados. El último de estos datos procede de un estudio sobre pacientes diabéticos realizado por la Facultad de Farmacia de la Universidad de Buffalo y apunta a un ahorro de costes del 7% y a la mejora en un indicador clave del control de la glucosa en pacientes diabéticos: la medición de la hemoglobina glucosilada. Es una prueba de laboratorio muy utilizada en la diabetes para saber si el control que realiza el paciente sobre la enfermedad ha sido bueno durante los últimos tres o cuatro meses. Cifras altas indican que un paciente está en mayor riesgo de desarrollar complicaciones a largo plazo asociadas a la diabetes, como enfermedad renal o problemas de visión.
Publicado en la revista de la Asociación de Farmacéuticos Norteamericana, el estudio demostró que en sólo seis meses los farmacéuticos, en colaboración con los profesionales de Atención Primaria, fueron capaces de reducir significativamente los niveles. "Nuestros resultados muestran que la mejora del acceso del paciente a la atención a través de la colaboración entre el médico y el farmacéutico dan lugar a niveles más bajos de glucosa en sangre, mejoran el perfil metabólico general y reducen los costes para el contribuyente", dice Erin Slazak, responsable del estudio. Ese tipo de atención individualizada está lejos de ser la norma. "Lo habitual es que el profesional que facilita la atención primaria se maneje solo", dice Slazak. "Los farmacéuticos no suelen tener una participación directa". Eso ocurre, en parte, debido a que algunos estados, incluyendo Nueva York, aún no han aprobado la práctica los acuerdos de colaboración entre médicos y farmacéuticos. En el estudio los médicos están obligados a examinar las recomendaciones de los farmacéuticos y aprobar todas las intervenciones. "Los farmacéuticos pueden ayudar a lograr mejores resultados si se les da la oportunidad", subraya Slazak.
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