Los familiares creen que el avión de Spanair nunca debió haber volado
Dolor en el aeropuerto de Barajas durante la conmemoración del primer aniversario de la tragedia del vuelo JK 5022 · La Asociación de Afectados está realizando una investigación paralela del siniestro
Ayer se cumplió un año del día en el que el MD-82, avión que correspondía al vuelo JK5022 de Spanair rumbo Canarias, se estrellara en el aeropuerto de Barajas. En las terminales, los pasajeros no dejaron que el miedo les afectara demasiado, pero aun así el ambiente del aeropuerto estaba teñido de gris. Los familiares de las víctimas, rotos de dolor, coincidieron en varios puntos, el principal "que ese avión no tenía que haber salido jamás".
Amigos, familia y las personas más cercanas de los desaparecidos fueron llegando a la T-2. La cara mostraba el espejo de lo que sentían al entrar justo "al lugar donde hace un año, horas antes de la tragedia, habían ido a despedirla", contó Manuel Martín mientras recordaba a su hija fallecida en el siniestro. Su madre, Isabel Peña, mostró el mensaje que les mandó momentos previos al accidente. Aún salen lagrimas pero consiguió leerlo "hemos tenido que dar la vuelta por un problema del avión así que aún estamos en Barajas, no sé si nos sacarán del avión. Besos.".
La mayoría de los familiares son miembros de la Asociación de Afectados por el Vuelo JK5022, organismo que, en rueda de prensa, mostró su indignación sobre el despegue de la nave "ya que hubo indicios cuatro días antes de que estaba roto, y nadie lo supo ver", afirmó Javier Rodríguez, portavoz en Madrid.
Lo ocurrido les marcó a ellos, les tocó directamente, pero la repercusión en la sociedad fue, y es, enorme. Multitud de personas mostraban en el rostro el dolor de lo ocurrido cuando se celebró el minuto de silencio programado para las doce del mediodía. Todos quieren saber qué ocurrió realmente, por qué la alarma no sonó, porqué los pilotos no comprobaron antes de volar que la alarma no estaba conectada. Para que nada se escape, y para que todo se sepa, la Asociación esta realizando una investigación paralela "de la que por el momento no se pueden dar datos", y en ésta no se libra nadie.
Los afectados aseguran que la culpa de este desastre la tienen todos por igual. "Todos porque si cualquiera de esos fallos no se hubiera cometido, el avión probablemente hubiera volado. Las culpas han de repartirse a partes iguales", opinó la presidenta de la asociación, Saleta Nistal.
Otro miembro de la asociación es José Pablo Flores, una de las 18 personas que volvieron a nacer tras ese accidente que costó la vida a 154 personas. Flores sobrevivió y, visiblemente afectado, señaló que "por unas personas que no hicieron lo que tuvieron que hacer, ya sea pilotos, mecánicos, ingenieros o quien fuera, 154 personas murieron dejando al resto de sus familias destrozadas". Con la voz quebrada explicó que "nadie se puede imaginar por lo que estamos pasando, para nosotros es muy complicado estar delante de ustedes".
Flores quiso también hacer dos peticiones; a la Administración "que sea la que supervise y si en un momento una línea aérea no está en condiciones de prestar un servicio de calidad y seguridad, que se les quite la licencia de vuelo". En este sentido añadió que "la Administración tiene esa responsabilidad con nosotros, garantizar nuestra seguridad".
Por otro lado lanzó un ruego a los medios de comunicación: "Por favor no vuelvan a emitir el vídeo del accidente, nos están destrozando".
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