"Le faltó coraje, pero no fue cómplice de la dictadura argentina"

El Nobel de la Paz Pérez Esquivel denuncia el papel ambiguo de la Iglesia entre 1976 y 1983

Dpa Buenos Aires

15 de marzo 2013 - 05:03

El Premio Nobel de la Paz de 1980, el argentino Adolfo Pérez Esquivel, declaró ayer que al nuevo Papa, el argentino Jorge Bergoglio, "le faltó coraje para acompañar la lucha por los derechos humanos en los momentos más difíciles", pero no consideró que haya sido "cómplice de la dictadura". "Esperamos que tenga el coraje para defender los derechos de los pueblos frente a los poderosos, sin repetir los graves errores, y también pecados, que tuvo la Iglesia", afirmó Pérez Esquivel en un comunicado.

"Durante la última dictadura argentina los integrantes de la Iglesia católica no tuvieron actitudes homogéneas. Es indiscutible que hubo complicidades de buena parte de la jerarquía eclesial en el genocidio perpetrado contra el pueblo argentino, y aunque muchos con exceso de prudencia hicieron gestiones silenciosas para liberar a los perseguidos, fueron pocos los pastores que con coraje y decisión asumieron nuestra lucha por los derechos humanos contra la dictadura militar", sostuvo.

"No considero que Jorge Bergoglio haya sido como cómplice de la dictadura, pero creo que le faltó coraje para acompañar nuestra lucha por los derechos humanos en los momentos más difíciles", aseveró Pérez Esquivel, en medio de la polémica por el resurgimiento de críticas al papa Francisco en Argentina por su conducta durante el régimen militar que gobernó entre 1976 y 1983.

Los cuestionamientos a Bergoglio, quien fue titular del Episcopado argentino y arzobispo de Buenos Aires antes de ser nominado Papa, se centran en dos acusaciones: el haber supuestamente quitado protección a dos curas de su congregación Compañía de Jesús que luego fueron secuestrados y su presunto conocimiento sobre el robo de bebés durante la dictadura.

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