Los expertos advierten del impacto del Covid-19 en la infancia
Covid-19
El Síndrome Inflamatorio Multisistémico Pediatrico (SIMS-P) ha afectado a 60 niños, al menos, en Andalucía desde el inicio de la pandemia
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La incidencia del Covid-19 en menores de 12 años ha aumentado de manera destacada el último mes y ya supera los 110 casos por 100.000 personas en Andalucía. Los niños toleran mejor el SARS-CoV-2 y apenas presentan síntomas graves, pero los expertos inciden en consecuencias que, en ellos, pueden ser nefastas. E
El profesor de Pediatría en la Universidad de Sevilla, el doctor Martín Navarro, lo advierte: “Aunque en un altísimo porcentaje la infección por Covid-19 es bien tolerada en los niños, y manifiestan una gravedad inferior que los adultos, en un porcentaje muy bajo pueden presentar una forma clínica de gravedad, si desarrollan el Síndrome Inflamatorio Multisistémico Pediátrico (SIMS-P); y en muy escasas ocasiones incluso producir la muerte del niño. Hoy, afortunadamente, con el tratamiento precoz con corticoides la mayoría de los casos presentan una evolución favorable”.
Desde que comenzó la pandemia, en Andalucía se han registrado más de 60 niños afectados de este síndrome, según datos del Registro Andaluz GAIIP, (Grupo Andaluz de Infectologia e inmunopatología pediátrica)
Se estima que en torno al 1% de los niños afectados por Covid-19 terminan desarrollando este cuadro clínico grave, que los especialistas comparan por su similitud con la enfermedad de Kawasaki. Aunque son pocos los casos, la inflamación generalizada de los vasos sanguíneos coloca al niño en una situación comprometida.
¿Qué es el Síndrome Inflamatorio Multisistémico Pediátrico?
“El SIMS-P se produce cuatro o seis semanas después de la infección aguda. Desconocemos el
porqué del SIMS-P. Parece ser que, tras superar el proceso infeccioso, el sistema inmune de algunos
niños se descontrola, y desencadena una cascada pro-inflamatoria mantenida y lesiva para el niño”,
explica el doctor Olaf Neth, jefe de sección de Enfermedades Infecciosas, Reumatología e
Inmunodeficiencias del Hospital Infantil Virgen del Rocío.
Aunque son pocos, los niños que padecen el SIMS-P suelen llegar al hospital con cuadros graves (fiebre alta y mal estado general) que a menudo requieren ingreso en cuidados intensivos.
El SIMS-P afecta fundamentalmente al corazón, al sistema gastrointestinal, a la piel e incluso al sistema nervioso central. Los tratamientos frente a este severo problema de salud no tienen como objetivo atacar al virus en sí mismo mediante antivíricos, “sino lograr el equilibrio del sistema inmunológico mediante inhibidores (corticoides y otros inmunomoduladores), puesto que este sistema inmune, por razones que desconocemos aún, se descontrola en el niño”, asevera Neth.
¿Qué señales pueden advertir de esta grave afección?
Los especialistas aún no tienen respuesta a estas cuestiones. Según los casos registrados, son niños sanos que superan la infección aguda por SARS-CoV-2 sin dificultad, pero unas semanas después, enferman con gravedad. “Es posible que el virus sea capaz de permanecer latente o bien que la infección provoque una disfunción en el sistema inmune, de modo que termina atacando al propio organismo”, comenta Neth.
Se ha observado que el coronavirus es capaz de sobrevivir en distintos órganos doce meses después de la infección, sin provocar enfermedad. Es como si el virus fuera capaz de pervivir latente. Se han detectado por ejemplo, estructuras del coronavirus en el intestino de pacientes.
A fecha de hoy los especialistas carecen de señales clínicas que puedan predecir qué niños pueden sufrir un SIMS-P. No obstante, y como ocurre en los adultos, sabemos que los niños que padecen enfermedades crónicas (obesidad, diabetes, cardiopatías, inmunodeficiencias, etcétera) tienen más riesgo de sufrir las formas más graves del Covid-19 tradicional caracterizada por fiebre, síntomas respiratorios y desarrollo de neumonía.
El doctor Navarro, académico correspondiente, organizó recientemente un encuentro en la Real
Academia de Medicina de Sevilla, con expertos de primer nivel para profundizar en el impacto del
Covid-19 en la infancia. El veterano pediatra recuerda unas palabras de Antonio Guterres, secretario general de la OMS, “si no protegemos a la infancia de la pandemia Covid-19 sus efectos serán devastadores”.
Covid-19 en la infancia: ¿El escudo más eficaz?
La carrera de los científicos, de la industria farmacéutica y de los gobiernos para desentrañar los mecanismos del Covid-19 carece de antecedentes históricos, pero aún hoy, dos años después de la propagación del patógeno a escala mundial, son muchas las incógnitas que siguen sin respuesta. Destaca una: ¿Por qué los niños no sufren, de manera generalizada, las complicaciones del Covid-19?
Sin respuesta certera, son varias las teorías. El doctor Olaf Neth apunta a una hipótesis que se perfila como la más sólida: “Debemos aprender del sistema inmunitario de los niños para conocer qué mecanismos les protegen frente al Covid-19. De esa forma podríamos trasladar esos mecanismos de protección a los adultos. Los niños nos pueden enseñar mucho”.
El sistema inmunológico a edades tempranas tiene gran capacidad de reacción ante virus, y además se encuentra muy activo especialmente en los primeros años de vida. “Los niños menores de dos años están continuamente superando procesos infecciosos; se llevan a menudo las manos a la boca y suelen permanecer hasta un año entero con mocos, o incluso más. Esta exposición contribuye a que el sistema inmune esté preparado para reaccionar de manera adecuada frente a virus o bacterias, y así pueden controlar precozmente la infección por SARS-CoV-2 resultando en una respuesta inmune más adecuada añade el doctor Neth.
Los niños se infectan hasta 2,5 veces menos que los adultos
Según las estimaciones, a nivel mundial la pandemia se ha llevado la vida de unos 5.000 niños, pero
es mucho más probable (hasta mil veces más) que un menor pierda la vida por enfermedades que sí son evitables (diarreas, malaria o neumonías). La mayoría de los niños no contraen la COVID-19.
“Si lo contraen, normalmente lo superan sin síntomas; y si tienen síntomas no suelen se graves”, añade
el doctor Neth. Del análisis de los datos de la pandemia se concluye que los niños se infectan 2,5 veces menos que los adultos. Los pequeños presentan un riesgo de sufrir las formas graves del Covid-19 entre 25-50 veces menos que los adultos; y el riesgo de fallecer a corta edad a causa de este patógeno es mil
veces inferior.
Para comprender mejor el impacto del virus en los niños es fundamental reunir y compartir toda la información posible. Esto permitirá mejorar el diagnóstico, el manejo y en definitiva el resultado
en los niños. En este sentido, a principios de 2020 se creó el registro nacional EPICO-AEP: Estudio
epidemiológico de las infecciones pediátricas por el nuevo coronavirus SARS-CoV-2-Asociación
Española de Pediatría; que ha incluido datos clínicos y de laboratorio, así como de tratamiento, de
más de 1.200 niños de toda España. Este trabajo ha aportado y lo sigue haciendo mucha información y conocimientos sobre esta enfermedad en la infancia.
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