Un etiquetado de cinco colores para alimentos y bebidas contra la obesidad
En el códgio Nutriscore, ya implantado en Francia, cada producto destacará el color que le corresponda en función de su contenido en azúcares, grasas saturadas, sal, calorías, fibra y proteínas.
madrid/La ministra de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, María Luis Carcedo, ha anunciado este lunes la implantación en alimentos y bebidas de un logotipo de cinco colores, para facilitar al ciudadano información precisa sobre la calidad nutricional del producto.
Este etiquetado frontal, conocido como Nutriscore, se empezará a ver en los supermercados en breve, ya que las empresas están empezando a adoptarlo de forma voluntaria, si bien la medida será obligatoria dentro de un año, el plazo en que estará aprobado el real decreto.
Carcedo ha hecho este anuncio durante la entrega de los XII Premios Estrategia Nutrición, Actividad Física y Prevención de la Obesidad (Naos), en un acto en el que ha avanzado también que se limitará la publicidad de los alimentos poco saludables dirigida a menores de 15 años mediante una reforma del código PAOS de autorregulación de publicidad.
Ya implantado en Francia
El código de cinco colores, que ya está implantado en Francia y en breve lo estará en Bélgica y Portugal, consiste en un gráfico con coloración gradual del verde al rojo en cinco niveles al estilo de un semáforo y cada producto destacará el color que le corresponda en función de su contenido en azúcares, grasas saturadas, sal, calorías, fibra y proteínas. Los colores verdes identificarán los productos más saludables y los rojos los de menor calidad nutricional.
La ministra ha defendido este etiquetado frente a otros modelos y ha incidido en que permitirá a la ciudadanía comparar con productos semejantes de forma sencilla y tomar una decisión informada y motivada para seguir una dieta más saludable.
La titular de Sanidad ha subrayado que existe evidencia de que la publicidad influye en las preferencias, compras y comportamientos de niños y adolescentes respecto a alimentos y bebidas. Para luchar contra ello y siguiendo los criterios del Parlamento Europeo y la Organización Mundial de la Salud, el Ministerio quiere limitar la publicidad dirigida a los menores de 15 años.
La idea es que las empresas se adhieran de forma mayoritaria al código PAOS de autorregulación, que es voluntario, y para darle un impulso el Ministerio va a trabajar con la industria. Si las empresas no se adhieren a PAOS el Ministerio estudiará la adopción de otras medidas de control.
Refuerzo en los colegios
En el acto, la ministra, además, ha informado de que se instaurarán también medidas en colegios e institutos para impedir la venta de alimentos y bebidas con alto contenido en azúcar, ácidos grasos saturados y trans, sal y calorías.
Con todas estas iniciativas se refuerza la Estrategia Naos, ha señalado Carcedo, quien ha apuntado que la prevalencia de la obesidad y el sobrepeso entre 1975 y 2016 se ha triplicado, lo que demuestra que "no hemos realizado el suficiente esfuerzo".
Más preocupante que las altas tasas, según Carcedo, es el hecho de que los niños sea el grupo "más gravemente afectado por este problema de salud pública", así como la desigualdad en su distribución al afectar más a los colectivos más desfavorecidos.
La responsable de sanidad ha incidido en que los productos menos saludables "llenan más" y son "más baratos" y ha precisado que el objetivo es que éstos no sean la base fundamental de la alimentación y fomentar que se puedan adquirir otros productos a precios asequibles con más cantidad de proteínas, vitaminas, etc.
La ministra ha valorado el Plan de colaboración para la reducción paulatina hasta 2020 del 10 % de azúcares añadidos, grasas saturadas y sal en alimentos y bebidas y ha agradecido la implicación de la industria que ha permitido que haya ya más de 500 productos de consumo habitual afectados.
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