Un estudio revela la cantidad de alcohol exacta que puede dañar el hígado

El consumo excesivo de alcohol es una preocupación recurrente entre la población, especialmente en los jóvenes que buscan disfrutar de la vida nocturna sin poner en riesgo su salud. Si bien no existe una respuesta universal sobre la cantidad exacta de alcohol que se puede ingerir sin consecuencias, un reciente estudio ha arrojado luz sobre los límites que no se deberían sobrepasar para evitar daños hepáticos irreversibles.

Según una investigación llevada a cabo por la Universidad de California en San Francisco, si los hombres consumen doce pintas de cerveza a la semana y las mujeres nueve en el mismo período, estas cantidades son suficientes para desencadenar síntomas de insuficiencia hepática en fase inicial. La prestigiosa institución médica Mayo Clinic define el consumo moderado como una bebida al día para las mujeres y hasta dos para los hombres, advirtiendo que superar estos límites, especialmente en un corto lapso de tiempo, puede resultar perjudicial para el hígado y otras zonas del cuerpo.

Aunque muchos jóvenes puedan pensar que un episodio aislado de consumo excesivo no tiene mayores repercusiones, "Mayo Clinic" alerta que incluso un solo día de ingesta elevada de alcohol también conlleva riesgos significativos. En el caso de los hombres, esto implicaría consumir más de ocho unidades de alcohol, mientras que para las mujeres, cualquier cantidad superior a seis unidades ya sería considerada peligrosa.

Preocupantes estadísticas en Europa

Las estadísticas sobre el consumo de alcohol en Europa son alarmantes. En el Reino Unido, por ejemplo, las muertes relacionadas con el alcohol han experimentado un drástico aumento en los últimos años. De acuerdo con los datos proporcionados por la Oficina Nacional de Estadísticas, entre 2016 y 2021, las muertes por enfermedades asociadas al alcohol se incrementaron un 29% en los hombres y un 37% en las mujeres.

Estas cifras ponen de manifiesto la importancia de la concienciación sobre el consumo responsable de alcohol y la necesidad de establecer políticas de prevención y educación en la sociedad. Si bien el alcohol forma parte de muchas actividades sociales y celebraciones, es fundamental ser conscientes de los riesgos que conlleva su abuso y adoptar hábitos saludables que nos permitan disfrutar de la vida sin poner en peligro nuestra salud.

¿Qué es el consumo moderado de alcohol?

El consumo moderado de alcohol se refiere a la ingesta limitada de bebidas alcohólicas, que no supone un riesgo significativo para la salud. Según las recomendaciones de la mayoría de los expertos, este nivel de consumo se sitúa en torno a una bebida al día para las mujeres y hasta dos para los hombres.

Es importante tener en cuenta que una bebida estándar equivale a aproximadamente 14 gramos de alcohol puro, lo que se traduce en una copa de vino de 150 ml, una cerveza de 330 ml o 45 ml de una bebida espirituosa. Superar estos límites de forma habitual puede derivar en problemas de salud a largo plazo, como enfermedades hepáticas, cáncer, trastornos cardiovasculares y deterioro cognitivo.

Además del consumo moderado, es recomendable evitar el consumo concentrado o "binge drinking", que consiste en ingerir grandes cantidades de alcohol en un corto período de tiempo. Esta práctica, común entre los jóvenes, aumenta considerablemente los riesgos asociados al alcohol, incluyendo intoxicaciones agudas, accidentes y comportamientos de riesgo.

Beneficios de reducir el consumo de alcohol

Reducir el consumo de alcohol o mantenerlo dentro de los límites recomendados puede reportar numerosos beneficios para la salud. Algunos de ellos son:

• Menor riesgo de desarrollar enfermedades hepáticas, como cirrosis o cáncer de hígado.
• Reducción del riesgo de padecer diversos tipos de cáncer, como el de mama, colon o esófago.
• Mejora de la salud cardiovascular, con un menor riesgo de hipertensión arterial y accidentes cerebrovasculares.
• Mejor calidad del sueño y reducción de los trastornos asociados al consumo de alcohol, como el insomnio o la apnea del sueño.
• Mayor claridad mental y mejora de las funciones cognitivas, incluyendo la memoria y la concentración.
• Fortalecimiento del sistema inmunológico, lo que se traduce en una menor susceptibilidad a infecciones y enfermedades.

En definitiva, moderar el consumo de alcohol es una decisión que puede tener un impacto positivo en múltiples aspectos de nuestra salud y bienestar. Si bien no es necesario eliminarlo por completo de nuestra vida social, es fundamental ser conscientes de los riesgos que conlleva su abuso y adoptar hábitos responsables que nos permitan disfrutar de los momentos de ocio sin poner en peligro nuestro organismo.

Preguntas frecuentes sobre el consumo de alcohol

¿Cuánto alcohol es demasiado?

El consumo excesivo de alcohol se define como más de una bebida al día para las mujeres y más de dos para los hombres. Sin embargo, incluso cantidades inferiores pueden ser perjudiciales si se consumen de forma concentrada o en situaciones de riesgo, como antes de conducir.

¿Cuáles son los síntomas de la insuficiencia hepática por alcohol?

Los síntomas iniciales de la insuficiencia hepática por alcohol incluyen fatiga, pérdida de apetito, náuseas, dolor abdominal y coloración amarillenta de la piel y los ojos (ictericia). A medida que la enfermedad avanza, pueden aparecer otros síntomas más graves, como confusión, hemorragias y acumulación de líquido en el abdomen.

¿Es posible revertir el daño hepático causado por el alcohol?

En algunos casos, el daño hepático causado por el alcohol puede ser reversible si se detecta a tiempo y se adoptan medidas para dejar de beber. Sin embargo, si la enfermedad ha progresado hasta estadios avanzados, como la cirrosis, el daño puede ser irreversible y requerir tratamientos más complejos, como un trasplante de hígado.

¿Cómo puedo reducir mi consumo de alcohol?

Para reducir el consumo de alcohol, es recomendable establecer límites claros y realistas, evitar situaciones que puedan incitar a beber en exceso, buscar apoyo de familiares y amigos, y realizar actividades alternativas que no impliquen el consumo de alcohol. Si se experimenta dificultad para controlar la ingesta, es importante buscar ayuda profesional.