El estrés, la menstruación o el sol propician la aparición de herpes labial

El herpes labial es una enfermedad extremadamente común y afecta sobre todo a niños y adultos jóvenes. La distribución de los virus herpes simple es universal y parece que el único reservorio es el ser humano, considerándose que un 85% de la población de los países desarrollados tiene el virus latente o activo en su organismo a los 40 años de edad, tasa que en el caso de los países en vías de desarrollo se alcanza tan solo a los 5 años de edad. "La frecuencia de la infección guarda una relación inversa con el nivel socioeconómico, de manera que entre el 80 y el 100% de las clases más desfavorecidas tienen anticuerpos contra el virus, frente al 40 ó 50% de las clases económicamente más elevadas", según el análisis publicado en Panorama Actual del Medicamento, una publicación del Consejo General de Colegios de Farmacéuticos.

El herpes es extremadamente contagioso. El contagio se produce por simple contacto físico, por leve que éste sea, teniendo en cuenta que incluso puede producirse en ausencia de pupas o lesiones herpéticas. El virus puede permanecer latente y luego provocar un rebrote en el sitio original o cerca de él. La recurrencia normalmente es leve y puede desencadenarse por los períodos menstruales, exposición al sol, enfermedad con fiebre,estrés u otras causas desconocidas.

Según explica el texto, el riesgo de diseminación disminuye si se lavan adecuadamente los objetos que han estado en contacto con el germen antes de ser reutilizados y no compartir artículos, especialmente vasos o cubiertos, con personas infectadas, cuando la infección está activa. "También deben ser evitados todos los factores precipitantes y en especial la exposición al sol, utilizando para ello filtros solares adecuados".

Existen medicamentos de uso tópico. Para su aplicación los farmacéuticos recomiendan usar un guante de goma o lavarse las manos antes y después de su aplicación. Debe también recomendarse a los pacientes con herpes labial que laven suavemente las pupas con agua y jabón, para minimizar la diseminación del virus a otras áreas de la piel y aplicar hielo o calor en el área con el fin de reducir el dolor. Igualmente, se deben tomar precauciones para evitar infectar a otras personas a través de besos o caricias.