Otro escándalo de abusos sexuales salpica a la Iglesia alemana
Aseguran que hubo delitos de esa naturaleza en un colegio que estaba dirigido por un hermano del Papa
El Vaticano aseguró ayer que se está tomando "muy en serio" los escándalos sexuales que han sacudido a la Iglesia alemana en estas últimas semanas, aunque no quiso comentar el caso de los abusos presuntamente sufridos por niños del Coro de Ratisbona (en el estado de Baviera), algunos de los cuales habrían sido cometidos por religiosos en la época en que estaba dirigido por el hermano del Papa, Georg Razinger, entre los años 1964 y 1993.
El obispo de Ratisbona, Gerhard Luwig Müller, reveló estos hechos a través de una carta dirigida a sus fieles en la que admite la existencia de algunos casos, los cuales se remontan a algunas décadas atrás, y asegura que la diócesis llevará a cabo una investigación para esclarecer los hechos.
Por su parte, el hermano del Papa aseguró en declaraciones a la radio bávara Bayerischen Rundfunk que desconoce la existencia de "ningún caso de abusos sexuales". Desde la sala de prensa del Vaticano tampoco se ha querido comentar este asunto en concreto, remitiéndose únicamente a las informaciones dadas a conocer por el obispo de Ratisbona.
Lo que sí reconoce la Santa Sede es su preocupación en general por este tipo de casos, que han sido recientemente abordados por la Conferencia Episcopal alemana. El Papa afrontará este tema en la reunión que mantendrá el próximo 12 de marzo con el presidente de los obispos alemanes, monseñor Robert Zollitsch, según dio a conocer el portavoz de la Conferencia Episcopal alemana, Matias Kopp.
Además, en los próximos días, Benedicto XVI podría nombrar a un inspector (visitador apostólico) para que investigue los presuntos abusos cometidos en la abadía alemana de Ettal entre los años 60 y 80, la cual está situada en la diócesis de Múnich y Freising, que precisamente estuvo gobernada por Joseph Ratzinger entre los años 1977 y 1982.
Las noticias sobre abusos cometidos por religiosos en Alemania empezaron a multiplicarse a raíz de la publicación en el semanario Der Spiegel de un reportaje en el que se hablaba de los abusos cometidos en el prestigioso colegio jesuita Canisius de Berlín entre los años 70 y 80. A partir de entonces, empezaron a surgir noticias sobre otros escándalos en los que se han visto implicadas diversas órdenes religiosas en numerosas regiones del país.
A principios de febrero, el rector del colegio Aloisius de Bonn, el padre Theo Schneider, fue acusado de complicidad en uno de los casos y tuvo que dimitir.
La conferencia episcopal alemana y la federación alemana de órdenes católicas presentaron disculpas públicas.
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