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Poner lavadoras es uno de los actos más cotidianos, pero precisamente por eso podemos pasar por alto errores que nunca nos hemos planteado que eran importantes. Tener en cuenta estos consejos recomendados por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) es de vital importancia para cuidar nuestra colada y sacar el máximo partido a cada lavadora:
Si metemos en la lavadora una prenda con una mancha sin tratarla antes, es probable que cuando la saquemos la mancha siga ahí.
Para evitarlo, la OCU recomienda tratar la mancha con un producto específico como un quitamanchas o detergente concentrado antes de introducirla en el tambor y después lava la prenda a la temperatura más alta que admita según su etiqueta.
Durante el lavado, la ropa debe poder moverse libremente en el tambor para que la lavadora pueda efectuar su acción mecánica. Si apretamos demasiado la ropa en el tambor, el lavado no será eficiente.
Se recomienda procurar que entre la ropa y la parte superior del tambor quede una mano de espacio libre. Es conveniente poner dos lavadoras a sobrecargar una de ellas.
No sólo es importante prestar atención al color de la ropa, sino que también es recomendable tener en cuenta sus tejidos o la temperatura de lavado que recomienda su etiqueta.
Como mínimo, separa la ropa de color de la ropa blanca para evitar desteñidos. Para un lavado todavía más eficaz, es aconsejable clasificar las prendas según la temperatura de lavado: las de agua fría, las que requieren agua templada (30º) y en las que se recomienda usar agua caliente (60º).
Si metes en el tambor las prendas más pequeñas como los calcetines o la ropa interior mezcladas con las piezas grandes como las sábanas, manteles o camisas es muy probable que te desparezca algún calcetín entre la colada.
La OCU recomienda introducir en una bolsa de malla la lencería y las prendas más pequeñas, como los calcetines, para asegurar que no se pierdan ni se enreden con el resto de la ropa.
El detergente debe usarse en la cantidad justa, en función de la suciedad de la ropa y la dureza del agua. No es recomendable quedarse corto, pero tampoco pasarse, ya que el exceso de producto puede dejar manchas y restos en la colada, además de que estás tirando dinero por el desagüe.
Para asegurarnos, hay que seguir las indicaciones del fabricante en lo referente a las cantidades de detergente y suavizante a utilizar.
Aunque en ocasiones sea la mejor solución contra las manchas más complicadas, no podemos olvidar que la lejía es un producto agresivo para los tejidos y también para la propia lavadora.
Usa la lejía solo cuando sea imprescindible desinfectar la ropa, quitar una mancha concreta o blanquearla especialmente.
Lavar la ropa con agua fría es una buena idea para ahorrar, pero el agua totalmente fría tal y como viene del grifo suele dificultar la acción del detergente. Es posible que las manchas no salgan bien y que queden olores, haciendo incluso que sea necesario volver a lavar algunas prendas.
Por lo general, todos los tejidos admiten una temperatura de 30 ºC, que es idónea para un buen lavado. En cualquier caso, lo idóneo es consultar las etiquetas de las prendas.
Centrifugar a muchas revoluciones puede perjudicar los tejidos de algunas de tus prendas.
Los centrifugados a alta velocidad están recomendados sólo para las prendas de algodón. Para los tejidos de mezcla o sintéticos será suficiente un centrifugado más ligero.
Si dejas la ropa durante mucho rato en el tambor tras el lavado, es muy probable que adquiera un desagradable olor a húmedo y que se quede muy arrugada.
A veces un despiste es inevitable, pero por eso lo más importante es planear la hora de poner la lavadora para estar pendiente de su retirada. Otra opción es retrasar el comienzo del lavado usando la función de comienzo diferido que ahora incorporan muchos modelos.
Todas las lavadoras necesitan una limpieza periódica, independientemente de si tu lavadora es de carga superior o frontal o si tienes una lavadora-secadora. Es probable que termine acumulando suciedad en las gomas, que tenga problemas para evacuar el agua o que el detergente no se distribuya bien.
Para evitarlo, las recomendaciones de la OCU son las siguientes: cada cierto tiempo debes efectuar una limpieza de los filtros de desagüe, las gomas y los cajetines de detergente. De esta manera, rendirá al máximo sin resentirse y evitarás atascos y malos olores.
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