Cuando el ejercicio produce urticaria

Algunas personas sufren picores y ronchas tras hacer esfuerzo físico Un nuevo estudio clínico evalúa ahora la eficacia de un anticuerpo monoclonal para evitar este tipo de urticaria

El aumento de la temperatura corporal asociado a la actividad es el principal desencadenante.
Ainhoa Iriberri Madrid

03 de enero 2015 - 01:00

El deporte me da alergia", se suele decir en broma para justificar la no asistencia al gimnasio, pero el hecho es que hay individuos para los que esta frase es una cruda realidad. Son los pacientes de la llamada urticaria colinérgica, también conocida por alergia al ejercicio. Los síntomas son claros: ronchas que varían de tamaño y que coinciden en provocar un prurito intenso, un picor que hace que la enfermedad sea altamente incapacitante.

Lo que desencadena este tipo de urticaria es el aumento de temperatura asociado a la actividad física vigorosa y puede comenzar my poco después del inicio de la actividad deportiva o hasta media hora más tarde. Es una reacción alérgica que, sin embargo, puede no responder al tratamiento antialérgico más utilizado, los antihistamínicos. Un nuevo ensayo clínico que se va a llevar a cabo en la Clínica Universidad de Navarra pretende acabar con la orfandad de este tipo de pacientes, mediante la evaluación de un sofisticado medicamento, omazilumab, para el tratamiento de la urticaria colinérgica.

Se trata de un anticuerpo monoclonal humanizado obtenido mediante la tecnología de ADN recombinante. El fármaco ya está aprobado en la urticaria crónica espontánea en pacientes que no responde al tratamiento con antihistamínicos, pero hasta ahora no se sabe si es también útil para los verdaderos alérgicos al deporte.

El ensayo es una iniciativa de la directora del Departamento de Alergología de la CUN, Marta Ferrer pero, además de esta clínica privada participan en el trabajo siete hospitales más: el Complejo Hospitalario de Navarra, el Hospital Clínic, el Vall d'Hebron (ambos en Barcelona), el Hospital Gregorio Marañón de Madrid, el Joan XXIII de Tarragona, el Clínico Universitario Lozano Blesa de Zaragoza y el Hospital Central de Asturias. Ferrer destaca que el estudio es importante porque para los afectados por esta dolencia no hace falta un ejercicio muy intenso para que desarrollen los síntomas. "Este tipo de urticarias físicas causan mayor alteración en la calidad de vida a causa de las limitaciones que originan en las actividades cotidianas, tales como la práctica deportiva o el rendimiento laboral", explica la alergóloga, que añade que los pacientes pueden tener incluso incapacidad para trabajar en industrias con temperaturas altas, como las cocinas o en profesionales que exijan esfuerzo físico.

"Hay que tener en cuenta que el umbral para desencadenar los síntomas en algunos pacientes puede ser mínimo", apunta la especialista. De hecho, en sus formas más graves, pueden incluso aparecer los ronchones "por hechos tan sencillos como ir andando a hacer la compra", comenta Ferrer que indica que todavía se desconoce la causa que origina esta enfermedad. La razón de probar el anticuerpo monoclonal para esta dolencia no solo está basada en la escasa eficacia de los antihistamínicos, sino en que se sabe que en las reacciones alérgicas juega un papel importante la inmunoglobulina E (igE).

No hay comentarios

Ver los Comentarios

También te puede interesar

Lo último