La aldaba
Carlos Navarro Antolín
¿Dónde está el límite de la vergüenza?
Sociedad
Sevilla/El cambio de hora es una práctica adoptada por varios países con el fin de aprovechar mejor la luz natural durante los meses más cálidos del año. Esta medida implica adelantar los relojes una hora en primavera y retrasarlos en otoño. La idea fue propuesta inicialmente por Benjamin Franklin en 1784, aunque con un enfoque humorístico sobre el ahorro de velas. No obstante, no se implementó formalmente hasta la Primera Guerra Mundial, cuando Alemania y sus aliados la adoptaron en 1916 para conservar combustible y maximizar las horas de luz diurna.
Desde entonces, el cambio de hora se ha justificado principalmente por el ahorro energético, buscando reducir el uso de iluminación artificial en las tardes. A pesar de sus beneficios económicos y ambientales percibidos, esta práctica ha generado debate por sus posibles impactos en la salud y el bienestar, llevando a algunos países a evaluar su continuidad. Hoy en día, el cambio de hora sigue siendo una realidad en muchas partes del mundo, ajustándose los relojes dos veces al año en un intento de sincronizar las actividades humanas con las horas de luz natural.
El cambio de hora en marzo de 2024 se realizará en la madrugada del sábado 30 al domingo 31 de marzo, coincidiendo con el fin de semana de Semana Santa. Esta práctica, que se lleva a cabo en toda España y está alineada con las directrices de la Unión Europea, implica adelantar los relojes una hora. Así, a las 2:00 AM del domingo, oficialmente serán las 3:00 AM, lo que resulta en una hora menos de sueño para todos, pero a cambio se disfrutará de más luz durante las tardes.
Este ajuste forma parte del cambio al horario de verano y, según lo publicado en el BOE, seguirá vigente hasta, como mínimo, 2026. A pesar de las discusiones en la Unión Europea sobre la posibilidad de eliminar el cambio de hora estacional, de momento se mantiene esta práctica que busca optimizar el uso de la luz natural durante los meses más cálidos del año.
El cambio horario no solo marca una transición en la manera en que aprovechamos la luz del día, sino que también tiene un impacto significativo en nuestros hábitos y rutinas diarias. Aunque la mayoría de dispositivos digitales y teléfonos móviles actualizan la hora automáticamente, este cambio puede afectar el ritmo circadiano de las personas, provocando somnolencia y un ajuste temporal en nuestros ciclos de sueño.
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