¿Cómo se determina el salario que perciben los reclusos en prisión?

Sevilla/Estar en la cárcel en España implica, además de cumplir una sentencia, realizar tareas comunitarias en el centro penitenciario, como trabajar en la lavandería, en la cocina, en la peluquería o limpiando espacios comunes. Una de las cosas que no se conocen bien de las prisiones en España es lo que los presos cobran por sus trabajos. Estos pagos, aunque son bajos, son muy importantes para la vida diaria de los prisioneros ya veces son indispensables para los presos que no tienen respaldo externo.

Según información de Instituciones Penitenciarias, en junio de 2024 eran 11.375 presos los que estaban trabajando de los 55.000 internos en las cárceles de España, lo que significa que el 20% de los internos está haciendo algún trabajo en la cárcel.

El Real Decreto 782/2001 del 6 de julio, establece las normas para la relación laboral de los reclusos que trabajan en talleres en prisiones, y la protección de Seguridad Social para aquellos con trabajos en beneficio de la comunidad. De acuerdo con el artículo 15, al determinar el pago de los prisioneros se utilizará el salario mínimo interprofesional actual, ajustando el salario según las horas trabajadas y el rendimiento obtenido. Eso sí, la verdad es muy diferente.

En España, el salario mensual promedio de los reclusos que trabajan está entre los 200 y 300 euros (mientras que el SMI supone un salario mensual bruto de 1.134 euros -en 12 pagas-), y las retribuciones por hora oscilan entre 3,2 y 4,5 euros para un operario base. A pesar de que estos ingresos están muy por debajo del salario mínimo interprofesional establecido en mil euros, la demanda para realizar estos trabajos sigue creciendo. De hecho, según la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía (APDHA), actualmente hay mucha más demanda que ofertas de empleo en las cárceles.

La legislación también dice que los internos que trabajen tendrán derecho a un descanso semanal de día y medio ininterrumpido que se disfrutará, por norma general, la tarde del sábado y el día completo del domingo, excepto en el sistema por turnos. También son días de descanso las fiestas laborales de la localidad donde esté el centro penitenciario.

El Organismo Autónomo de Trabajo Penitenciario y Formación para el Empleo (OATPFE) permite a los reclusos colaborar con empresas externas para adquirir habilidades laborales y facilitar su reinserción social y competitividad laboral tras cumplir su condena.

Es por esto por lo que el OATPFE colabora con empresas externas: para fomentar la contratación de reclusos, facilitando su transición al mundo laboral. Los talleres productivos en las cárceles imitan ambientes laborales reales, por lo que los reclusos acaban ganando experiencia práctica y habilidades que pueden serles de utilidad fuera de prisión.

La institución también pone el énfasis en la educación, con programas para completar estudios obligatorios y oportunidades para continuar con la educación superior.

Si bien es cierto que los reclusos ganan mucho menos que el salario mínimo interprofesional, se puede entender la situación como una oportunidad que se le brinda a los presos en España para poder encontrar en sus trabajos (tamto dentro ccomo fuera de la cárcel) una manera de mantenerse a nivel económico, además de tener la oportunidad de desarrollar habilidades laborales. El tener un trabajo y la capacidad de desarrollar nuevas actividades y habilidades les ayuda no solo a permanecer ocupados y a contribuir a la comunidad carcelaria, sino también a estar preparados para una mejor y más justa reintegración en la sociedad.

En pocas palabras, el cómo se determina el salario que perciben los reclusos en prisión y la cantidad de dinero que reciben está establecida por reglas que se basan en el salario mínimo interprofesional, aunque en la realidad los pagos son mucho más bajo y, aunque esto sea así, los trabajos en la cárcel son muy demandados y tienen un rol clave en la recuperación y reincorporación de los presos. No solo tienen un sustento económico importante dentro de la cárcel, sino también tienen una oportunidad laboral y educativa que les puede ayudar en su adaptación fuera.