Descubre las técnicas de los okupas para entrar en las casas en verano fácilmente

Conocer qué técnicas utilizan y reforzar la seguridad puede ayudar a evitar problemas.

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Un vehículo de la Policía Nacional en una zona residencial de Jerez / Manuel Aranda

La okupación de una vivienda es uno de los temores a los propietarios, especialmente durante los meses de verano. Lo es junto con los robos o el allanamiento de morada (relacioando por otra parte con la okupación) tanto en viviendas habituales como veraniegas algunos sucesos de los que cada periodo estival hay noticias .

Estos grupos que okupan viviendas tienen una serie de técnicas que utilizan para asegurarse de que la vivienda está vacía en el momento, para poder acceder y robarla u ocuparla y conseguir retrasar su salida de la misma, como las siguientes.

La técnica de la pizza

La Policía Nacional ya ha alertado de esta técnica en alguna ocasión, que aparentemente se está usando tanto en ciudades como Barcelona y Madrid. Esta consiste en que los delincuentes realizan el pedido de una pizza a la casa objetivo, aunque la recogerán en el portal y no en la misma vivienda. De esta forma se aseguran tener un ticket en el que aparece la fecha del pedido, tras lo que proceden a esperar 48 horas para acceder a la vivienda. Así, en caso de que saltara la alarma o algún vecino diera parte y acudiera la policía, el ticket serviría para aplazar el desalojo, ya que aunque no fuera verdad que se encontraban desde hace dos días en el inmueble, la actuación policial sin orden judicial estaría fuera de plazo, lo que llevaría el caso a los tribunales.

Marcas en las puertas

Otras técnicas que se utilizan para saber si la vivienda está habitada o no y si se puede ocupar son bien conocidas. Los criminales dejan elementos en las puertas, como pequeños trozos de plástico o hilos de silicona, y si al regresar unos días más tarde y los encuentran donde los han dejado, sabrán que no hay nadie en la vivienda.

Llaves del agua

Otra táctica que se ha usado para saber si una vivienda está vacía para poder posteriormente ocuparla o allanarla consiste en cerrar las llaves de agua del edificio o la vivienda. Como en el caso anterior, los delincuentes regresan unos días más tarde para ver qué viviendas continuan con el agua cortada, ya que eso significa que nadie ha pasado esos días por el inmueble.

La información es clave

Como se puede observar, un elemento en común de estas tácticas es su uso para recabar información y saber si esta vivienda está vacía. Desde Idealista señalan que es recomendable omitir información si la vivienda está a la venta o en alquiler, ya que puede hacer que se convierta en un objetivo. En este sentido, señalan que los okupas pueden usar internet para buscar información de viviendas vacías y ponerse en contacto con vecinos para "valorar si puede ser ocupada". Por ello aconsejan evitar dar información que pueda indicar que la casa no tiene inquilinos, como carteles de venta o alquiler y que evitar mencionar que se encuentra vacía en los anuncios en internet. 

Acceso a la vivienda

Una buena cerradura puede hacer que los okupas se lo piensen dos veces antes de acceder a una vivienda. / PIXABAY

Una vez conocen que la vivienda está vacía lo siguiente es el acceso. Habitualmente los accesos se hacen a la fuerza a través de puertas y ventanas, por lo que una mayor seguridad en las mismas puede hacer que reconsideren una vivienda como objetivo. Una vez dentro pueden cambiar la cerradura o añadir protecciones para evitar el acceso de la policía y el desalojo por allanamiento, alargando así su estancia y forzando la vía judicial de desalojo.

Desde Idealista señalan que los okupas intentan mantener los daños por debajo de los 400 euros para que sean considerados falta y no delito, además de usar objetos personales para "establecer su morada y evitar que los echen".

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