“Para dejar de fumar lo importante es querer, aunque también hay que saber”

El 31 de mayo se celebró el Día Mundial de la Deshabituación Tabáquica, una fecha en las que repasar las consecuencias que tiene este hábito, algunas de ellas determinantes: el 70% de los fumadores quiere dejar de fumar, pero menos del 10% alcanza la abstinencia al cabo de un año ya que el porcentaje de recaídas es muy elevado, se estima que entre un 50 y un 75% de los fumadores que han seguido un programa de tratamiento recaen al año aumentando este porcentaje entre aquellos que abandonan el hábito de forma espontánea, la mayoría de recaídas se producen en los tres primeros meses tras el abandono. Sin embargo, son alarmantes las cifras: El consumo de cigarrillos constituye la principal causa aislada y evitable de morbi-mortalidad en España originando más de 46.000 muertes al año y la mitad de las personas que fuman van a morir a consecuencia de alguna enfermedad atribuible al tabaco y el 50% lo hará durante su vida activa perdiendo entre 20 y 25 años de vida.

El doctor Juan José Linares, internista de HLA Inmaculada responde a algunas de las dudas que se plantean los fumadores a la hora de abandonar el hábito.

– ¿Existe un momento idóneo para dejar de fumar?

– Es cierto que para dejar de fumar lo importante es querer: si alguien no quiere dejar de fumar, difícilmente va a conseguirlo. Pero no es solo querer, también hay que saber. La motivación juega un papel importante, pero hay muchos otros factores. Hay gente que quiere dejarlo y que no puede: eso son las adicciones. Para dejar de fumar la fijación de un día específico por parte del paciente suele aportar buenos resultados. Conviene que sea un día en el que no se vean especiales inconvenientes para intentarlo y su motivación sea máxima al comienzo del intento.

–¿Qué puede hacer un profesional sanitario para ayudar a quienes quieren dejar el hábito?

–Los objetivos principales del consejo sanitario deben ser serios, sencillos, breves y personalizado, especialmente en dos enfoques, el primero ayudar a la persona que fuma a ser consciente del riesgo que corre y de que, si realmente le preocupa su salud y la de quienes con él conviven, debería considerarlo como un problema y la segunda intentar remover los obstáculos que le pueden impedir actuar (promover la intención de dejarlo).

–¿Qué consecuencias tiene la deshabituación? ¿Cómo paliar cada una de estas consecuencias?

–Por lo general se aumentan unos 2-6 kg de peso en el periodo de un año, aunque hay una gran variabilidad: hay personas que no ganan peso y otras que incluso adelgazan al dejar de fumar. Hay varias razones para explicar esta ganancia ponderal: 1) se recupera el olfato y el gusto; 2) disminuye el metabolismo basal del fumador, que en los fumadores está más acelerado; 3) algunas personas no distinguen bien el hambre de las ganas de fumar; 4) otra de las posibilidades es que el paciente utilice la comida como recompensa, igual que hacía antes con los cigarrillos; en este caso, el aumento de peso será mayor. Conviene realizar un poco más de ejercicio físico, comer más fruta, mascar chicle sin azúcar y principalmente beber más agua.

Además hay otras consecuencias de la deshabituación como son el estreñimiento, la ansiedad, el insomnio, el mal humor y en su mayor expresión la depresión

–Beneficios inmediatos tras dejarlo.

– Algunas constantes mejoran ya a las pocas horas. Muchos síntomas respiratorios y la capacidad física mejoran en los primeros días. Los riesgos de enfermedad cardiovascular como la hipertensión y la arteriosclerosis tienden a mejorarse al cabo de un año. Salvo el tejido pulmonar que ya esté destruido por tener una enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) ya establecida o que ya se tenga un cáncer (eso puede que no se vea hasta pasados unos 5-10 años), todo lo demás es reversible.

–¿Cuál es el mejor tratamiento para dejar de fumar?

–Los fármacos usados en el manejo del tabaquismo son aquellos aprobados específicamente para su uso en el tratamiento del tabaquismo y presentan una efectividad y seguridad probada y son: el tratamiento sustitutivo con nicotina (TSN) en sus diversas presentaciones: parches, chicles… La Vareniclina y El Bupropión.

–¿Son recomendables los cigarrillos electrónicos? ¿Por qué?

–No existe por ahora consenso en la comunidad científica sobre el alcance de sus efectos sobre la salud, pero recientemente la Sociedad Torácica Americana ha señalado su poca efectividad para dejar de fumar y además reducen las defensas del pulmón, disminuye el reflejo de la tos, irritan la garganta y pueden generar dificultades para respirar. Las emisiones de los cigarrillos electrónicos no son meramente vapor de agua inofensivo y pueden ser una fuente de polución del aire en interiores. No parece que el cigarrillo electrónico sea lo beneficioso que nos quieren vender las grandes de la industria del tabaco.

– ¿Cuándo un exfumador deja de sentir tentación por fumar?

–Es muy difícil de precisar. Generalmente la tentación por fumar no desaparece nunca, aunque lleve muchos años sin consumir. En la práctica, lo que realmente importa es que consiga mantenerse sin fumar.