Análisis
Gumersindo Ruiz
Sería un error penalizar fiscalmente a las socimi
La crisis sanitaria provocada por el coronavirus sigue irrumpiendo con fuerza en los países de Europa. El último territorio en tomar medidas restrictivas ha sido Francia. El presidente, Emmanuel Macron, anunció en el día de ayer que la región de París y otras ocho ciudades francesas tendrán un toque de queda que mínimo será de un mes y en el que la actividad queda paralizada de 21 horas de la noche a 06:00 de la mañana.
Esta medida, afirma el líder francés, son para intentar frenar una pandemia que parece otra vez descontrolada. Este nuevo "estado de urgencia sanitaria" se hará efectivo a partir del próximo sábado 17 de octubre y algunas voces autorizadas hablan de que se podría alargar la situación hasta el mes de diciembre.
El Gobierno sabe que esta medida, que afectará a casi 20 millones de personas, es un duro golpe para sectores como la restauración pero afirman que seguirán recibiendo ayudas y que es una situación donde esta prevención es necesaria. "La propagación del Covid-19 es una amenaza sanitaria para la salud de toda la población, por su gravedad. Tal situación justifica la declaración del estado de urgencia sanitaria, con el fin de tomar las medidas estrictamente proporcionales a los riesgos sanitarios reconocidos".
Aunque desde Francia apuntan que la situación no está descontrolada, las medidas que adoptarán en el día de hoy serán un ejemplo de la gravedad de la situación actual. En este sentido, el país galo teme un nuevo colapso en los centros sanitarios ya que el ritmo de contagios es muy elevado (20.000 casos al día). Además, el virus no esta concentrado en varias zonas sino que circula por todo el territorio francés.
España está muy atenta a los pasos que sigue Francia y se empieza a hacer una idea de cómo tratar un nuevo confinamiento. Si estas medidas llegaran al territorio nacional, la vida económica, social y educativa seguiría estando activas y los transportes funcionarían de manera habitual. Eso sí, la vida "normal" sólo podría darse en las horas diurnas. Una vez llegadas las 21 horas de la noche, la gente deberá encerrarse en sus hogares hasta las 06:00 de la mañana.
Las ayudas, si seguimos el ejemplo francés, se reforzarían en los sectores que así lo necesitaran pero viendo el revuelo existente en este tema, un nuevo confinamiento en España podría traer grandes protestas a nivel global. En definitiva, el Gobierno de España y su población estarán muy atentos a un país que en pocas horas determinará con precisión las nuevas normas sanitarias.
Viendo los datos de coronavirus que alberga el país y las rutas establecidas de otros países, un toque de queda en España llegaría a través de las medidas que se adopten en un nuevo estado de alarma en el territorio nacional. Aunque, por ahora, no se contempla esta idea, sus aspectos básicos quedarían recogidos en un estado de alarma como el declarado el 14 de marzo.
El estado de alarma es, junto a los de excepción y sitio, un mecanismo previsto por el artículo 116 de la Constitución para permitir que el Gobierno de España pueda asumir competencias que pertenecen a otras Autoridades, de manera limitada y temporal, y bajo la supervisión de las Cortes Generales.
Entre las medidas que permite adoptar el estado de alarma está limitar la circulación o permanencia de personas a ciertas horas y en ciertos lugares, o condicionarlas a ciertos requisitos, y así se podría poner en marcha un toque de queda al estilo del decretado en las ciudades de Francia.
Para su aprobación, se debe testificar y acreditar que el país se encuentra en “circunstancias extraordinarias" que imposibilitan la normalidad en el territorio. De los tres estados anteriormente mencionados, el estado de alarma es el menos invasivo y, bajo ningún concepto, puede suspender derechos y libertades a los ciudadanos.
El estado de alarma será aplicable en situaciones de extrema gravedad como catástrofes naturales o, por ejemplo, una crisis sanitaria sin precedentes como la que sufre el país actualmente. En cuanto a la manera de proceder, lo declara el Gobierno mediante un decreto aprobado en el Consejo de Ministros que debe especificar en qué territorio y por qué plazo de tiempo se aplica, con un máximo de 15 días.
Por último, una vez aplicado en el BOE se harán efectivas las medidas y el Gobierno tendrá la obligación de informar constantemente al Congreso. Además, los medios de comunicación y la sociedad en general deben estar al tanto de la situación y de las nuevas medidas que se vayan decretando.
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