Por qué deberías usar la mascarilla también en casa

Tras estos meses de atrás de confinamiento en casa, debido a la crisis sanitaria por la pandemia del coronavirus, intentamos estar con la familia y los amigos todo lo que podemos. De hecho, seguro que estamos tentados a ponernos al día durante el fin de semana con reuniones o celebraciones, algo que es comprensible.

Sin embargo, debemos ser responsables y recordar que solo podemos quedar con hasta 6 personas de un máximo de dos hogares al mismo tiempo.

Por eso, el Gobierno de Escocia ha lanzado un vídeo en el que muestra cómo podemos contagiar el coronavirus a nuestros familiares. En el clip, una joven con la cara manchada de verde, llega a casa y abraza a su abuelo antes de prepararle una taza de té. Para cuando le sirve el té al abuelo, el verde que simula al virus se encuentra por todas partes, incluso en su abuelo.

De hecho, que sean familiares o personas cercanas a nosotros no nos exime de seguir utilizando las medidas de seguridad oblitatorias, incluída la de llevar mascarilla. En este sentido, según un estudio elaborado por investigadores chinos, estadounidenses y australianos -que examinaron a 335 personas de 124 familias de Beijing (China)-, utilizar la mascarilla en casa puede reducir el riesgo de propagación del Covid-19 entre los miembros convivientes mientras miraban la televisión o comían todos juntos alrededor de una mesa.

Conclusiones

Los datos se recogieron en tres fases demandando a los participantes, a través de cuestionarios, que compartieran detalles sobre las practicas cotidianas en sus viviendas, el uso de mascarillas y actividades de distanciamiento físico en el hogar. La mayoría de los participantes tenían entre 18 y 59 años de edad.

De los resultados del análisis, que han sido publicados en el BMJ Global Journal, se derivó que usar una mascarilla dentro de casa fue, en el 79 % de los casos, una práctica bastante efectiva para prevenir la transmisión del Covid-19 entre los miembros de la familia con respecto a uno de sus miembros que estuviera infectado.

Prevención, ante todo

El mismo estudio señala, además, que el uso de una mascarilla, con posterioridad a la aparición de síntomas de coronavirus en una persona del núcleo familiar, suponía una protección adicional para el resto (aunque no tenía un éxito rotundo).

Otro de los datos interesantes es que los hábitos cotidianos de desinfección en las casas que usaron productos a base de cloro o etanol también ayudaron a reducir las tasas de transmisión en un 77 %.

La base, explican los expertos, es que todos los miembros de la familia o personas cercanas a la misma han de seguir una buena higiene, lavándose las manos con regularidad, utilizando mascarilla para evitar los aerosoles al hablar y, aunque nos cueste, mantener cierta distancia de seguridad.

Si vamos a reunirnos sí o sí, intentar que sea al aire libre y mantener, aunque siempre ha sido obvio, un buen mantenimiento del inodoro.