¿Por qué estamos teniendo danas tan agresivas este año?

El año 2024 está siendo un año que definitivamente vamos a recordar como uno de los más intensos en cuanto a fenómenos meteorológicos extremos en nuestro país, y es que hemos tenido DANAs (Depresiones Aisladas en Niveles Altos) muy agresivas. Estas DANAs, más conocidas como "gotas frías", han tenido unas consecuencias bastante graves, de lluvias torrenciales, inundaciones y daños en infraestructuras. Aunque no es la primera vez que una DANA viene a España, se están volviendo más agresivos y frecuentes, algo que se debe, según los expertos, al cambio climático.

Una DANA se forma cuando una masa de aire frío queda aislada en niveles altos de la atmósfera y entra en contacto con masas de aire cálido y húmedo, lo que hace que se formen tormentas severas y lluvias intensas. Estas condiciones son comunes en la cuenca mediterránea debido a las características climáticas y orográficas de la región, pero en los últimos años han ganado en intensidad.

El cambio climático y el aumento de las DANAs extremas

El cambio climático es una pieza clave en los cambios del tiempo y de estos fenómenos meteorológicos. Las temperaturas están aumentando a nivel global, al igual que la capacidad del aire para retener mayor cantidad de vapor de agua. Este exceso de humedad, cuando se libera en forma de precipitaciones, genera lluvias más intensas en períodos de tiempo más cortos.

Además, el calentamiento del mar Mediterráneo hace de amplificador natural. Este mar se está calentando un 20% más rápido que la media mundial, con un incremento de temperatura de 1,6ºC en los últimos 40 años. Este aumento afecta a los ecosistemas marinos y también intensifica los fenómenos meteorológicos en las regiones costeras.

La DANA que hemos tenido en España en octubre de 2024 ha dejado registros históricos. En la Comunidad Valenciana, las lluvias alcanzaron los 520 mm en 24 horas, un récord desde 1996.

Las áreas más afectadas fueron el Levante y otras regiones del sur de España, donde las infraestructuras y los ecosistemas quedaron gravemente dañados. Las imágenes de inundaciones y desbordamientos de ríos se han convertido en símbolos de una realidad climática de la que debemos concienciarnos.

En cuanto al Mediterráneo, por sus características geográficas, es bastante sensible al cambio climático. Su calentamiento acelerado hace que aumente la cantidad de vapor de agua en la atmósfera, que a su vez actúa como combustible para tormentas extremas. Cuando estas masas de aire cálido y húmedo interactúan con aire frío en altura, las DANAs se vuelven más intensas y causan lluvias torrenciales.

La tendencia al aumento de las temperaturas del Mediterráneo va a continuar en las próximas décadas, y esto va a tener como consecuencia un aumento en la frecuencia y severidad de fenómenos meteorológicos extremos.

Las DANAs del futuro podrían ser, además de más violentas, más impredecibles también, y esto sí puede ser un factor preocupante debido a que, si la DANA es impredecible, se complican las tareas de prevención y mitigación. Los gobiernos, empresas y ciudadanos debes adoptar medidas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y adaptar las infraestructuras para poder hacer frente a esto.

Aunque la prevención del cambio climático necesita de acciones globales, podemos tomar algunas medidas locales para reducir el impacto de las DANAs en las zonas más afectadas. Por ejemplo, diseñar y construir infraestructuras capaces de resistir inundaciones y lluvias torrenciales o mejorar los sistemas de predicción meteorológica para advertir a la población con antelación. Otra medida efectiva es crear sistemas eficientes de drenaje urbano y gestión hídrica para reducir el riesgo de desbordamientos.

Es esencial también reforestar y proteger los ecosistemas para que ayuden a absorber el exceso de agua y estabilizar el suelo.

Por último, es importantísimo que la población entienda la relación entre el cambio climático y los fenómenos meteorológicos extremos. Podemos tomar acciones individuales, como reducir el consumo energético y probar con fuentes de energía renovables, pueden ayudar a reducir el problema.