El consumo de tabaco es mucho más antiguo de lo que se creía

Un estudio llevado a cabo por la web científica 'Nature' ha confirmado que el tabaco es, como se diría en la dicha popular, "más viejo que el hilo negro". En concreto, los profesionales encargados de indagar en dicha cuestión y realizar los pertinentes informes afirman que esta práctica ya se llevaba a cabo en el Pleistoceno de las Américas.

La investigación arqueológica corrobora que, desde hace siglos, multitud de plantas han estado relacionadas con la elaboración de tabaco, un tabaco que está más presente en la historia de lo que inicialmente se creía por los investigadores. Son ya varias las excavaciones llevadas a cabo por estos profesionales en zonas del desierto de América del Norte las que han dilucidado que los habitantes de aquel entonces ya fumaban. Es decir, 9.000 años antes del documento anterior y que fijaba la fecha de inicio de esta praxis.

El comercio como pistoletazo de salida

El mundo está movido por la economía desde sus inicios, y en todo lo relacionado al tabaco no iba a ser menos. Las diferentes civilizaciones que se han ido dando a lo largo de nuestros días utilizaban lo que la tierra regalaba para sobrellevar los días. En este caso, una de las plantas preferidas por los seres humanos era el tabaco. La nicotina, sustancia con prioridades estimulantes y efectos placenteros, ha tenido un gran impacto social y económico desde tiempos inmemoriales.

Su importancia histórica está relacionada con la expansión y el comercio occidentales, un comercio que empezó llevando a cabo pequeñas transacciones entre los exploradores españoles y las civilizaciones indígenas al otro lado del atlántico.

Aunque el tabaco lo tenemos asimilado en la sociedad actual como un producto para el consumo, la realidad es que se ha utilizado para rituales o como ingrediente medicinal. Según el especialista Joseph Winter, el tabaco "ha estado presente en grupos como los Paiute, Goshute, Shoshone, Washo, Kawaiisu y Ute de la gran cuenca americana".

Estos grupos llevaban a cabo el chamanismo, una clase de creencia que fue evolucionando con el paso de los años y que utilizaba complejos sistemas religiosos, entre los que se encontraba el consumo de tabaco. En concreto, en la gran cuenca y áreas adyacentes, donde la agricultura nunca se adoptó por completo, se han encontrado semillas de tabaco en contextos culturales que datan de alrededor de 1.750, y los fragmentos de pipa de cerámica que se creía como primeros son del 4.800, aproximadamente.

En definitiva, el tabaco no apareció como producto a gran escala, sino que su utilización en pequeños núcleos poblacionales, la fusión de culturas y esa conexión del ser humano con la tierra y lo que procede de ella hizo que se fuera extendiendo hasta el día de hoy.