El consumo responsable de vino tinto podría mejorar la flora intestinal
Nutrientes
Los polifenoles inciden en el estado de los bacteroidetes y el número de bifidobacterias.
El consumo moderado de vino tinto ejerce un efecto positivo sobre la flora intestinal gracias a sus polifenoles, según estudio de científicos del Centro de Investigación Biomédica en Red sobre Fisiopatología de la Obesidad y la Nutrición (Ciberobn), en colaboración con investigadores del programa Ingenio Consolider. Este fenómeno responde a que los polifenoles -compuestos naturales presentes en la fruta, verdura, vino, café, té o chocolate- logran inhibir las bacterias no beneficiosas de la microbiota humana y propiciar la reproducción de las que sí lo son, asegurando así una flora intestinal equilibrada que puede proteger contra afecciones como los trastornos intestinales, las enfermedades inflamatorias, el cáncer y la obesidad.
Para llegar a estos resultados, que han sido publicados en American Journal Clinical Nutrition, se estudió el potencial efecto prebiótico de los polifenoles del vino y se comprobó la influencia que éstos ejercen sobre la microbiota intestinal. Así, se observó que el vino tinto mejoró la flora intestinal, incrementando el número de bacterias relacionadas con la protección de determinadas enfermedades. En concreto, aumentó la proporción en heces de bacteroidetes y bifidobacterias. "Además, comprobamos que el vino tinto era el que provocó la mayor parte de los beneficios detectados, no limitándose solamente a mejorar la microbiota intestinal, sino también a reducir los niveles de triglicéridos, de colesterol 'malo', los marcadores de inflamación y la presión arterial", ha argumentado.
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