La ventana
Luis Carlos Peris
Perdidos por la ruta de los belenes
Con la subida de las temperaturas, hay momentos en los que un hogar puede parecer un verdadero horno. Especialmente, a ciertas horas en las que el sol incide con fuerza. Por ese motivo, y para aliviar el calor dentro de sus viviendas, muchas personas optan por encender el aire acondicionado. Claro que esto implica un consumo mayor.
Por ese motivo, hay quien se pregunta cómo enfriar la casa sin gastar en aire, con el fin de soportar las pesadas olas de calor. Afortunadamente, existen algunos métodos que nos pueden ayudar a refrescar el ambiente y hacer más llevaderos los meses de verano.
Parece demasiado obvio, pero este es el primer paso que debemos dar para evitar que la casa se recaliente. Sobre todo, hay que tener en cuenta la hora del día en el que sol incide directamente sobre las ventanas; y, en ese momento, debemos bajar las persianas y correr las cortinas para evitar que entre el calor.
Si no lo hacemos, lo que sucederá es que la temperatura del hogar irá subiendo progresivamente, de manera que al caer la noche parecerá un horno. Así que mejor prevenir a tiempo.
Lo ideal es abrir las ventanas durante la mañana, desde primera hora, cuando las temperaturas son más frescas; y, si lo necesitamos, por la noche. En cambio, al mediodía es recomendable cerrarlas, ya que sino estaría entrando en nuestro hogar el aire cálido de la hora punta bajo el sol.
En este sentido, lo importante es valorar si el aire que hay dentro de casa es más fresco que el del exterior. Si este es el caso, la ventana debe permanecer cerrada.
Al fregar el suelo, haremos que el calor de su superficie se evapore y generaremos la sensación de un ambiente más fresco. Por ello, es una solución muy útil a la hora de tratar que desciendan un poco las temperaturas en el hogar.
El ventilador en sí mismo no será útil cuando haga demasiado calor, ya que su única capacidad es la de “mover el aire”. Sin embargo, sí podemos utilizarlo para generar corrientes de aire. En este caso, sólo será necesario combinar sus efectos con los de otros recursos, como la ventilación natural o el cierre de persianas.
De esta forma, podemos colocarlo en espacios estratégicos de la casa para mover el aire que se filtra del exterior hacia otras habitaciones.
Este es un truco casero especialmente efectivo en habitaciones pequeñas, como un despacho. De manera que podría ser de gran ayuda si nos toca teletrabajar desde casa. Lo único que hay que hacer es colocar hielo frente al ventilador y, poco a poco, la temperatura del aire que mueva el aparato irá bajando.
Además de crear un ambiente acogedor y natural, algunas plantas ayudan a la climatización del hogar e incluso a purificar la casa. Por eso se trata de otra opción a considerar si queremos refrescar el ambiente. Algunas de las más recomendadas para este tipo de situaciones son el la sanseviera, el laurel o el aloe vera, que ayuda especialmente a rebajar la temperatura de los interiores.
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