Más de 47.000 conductores multados por exceso de velocidad en una semana

Un total de 47.346 conductores fueron sancionados por circular a una velocidad superior a la permitida entre los días 15 y 21 de abril, según la campaña realizada por la Dirección General de Tráfico (DGT) durante esa semana.

De ellos, 31.146 conductores iban por carreteras convencionales (casi el 66% del total, nueve décimas más respecto a la misma campaña del año pasado).

Mientras, 14.657 conductores (el 31%) fueron denunciados en autopistas y autovías y los 1.543 conductores restantes (el 3,2%) en travesías, según indica el Ministerio del Interior.

Asimismo, y en el ámbito penal, cuatro de los conductores denunciados incurrieron en un delito contra la seguridad vial y fueron puestos a disposición judicial por exceder en más de 80 km/h la velocidad permitida en la vía, tal y como se recoge en el artículo 379.1 del Código Penal.

Según destaca la DGT, a estos resultados hay que sumar los controles que las policías autonómicas y locales realizaron en su ámbito de competencia, una colaboración que describe como "muy importante ya que, de este modo, se unifica el mensaje de respeto de los límites de velocidad establecidos, independientemente de la vía por la que se circule".

Para el dispositivo, los agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil establecieron 3.988 puntos de control de velocidad en los que se controlaron un total de 833.665 vehículos.

Estas cifras suponen un aumento en 1.150 puntos de control y 41.327 vehículos controlados más con respecto a la campaña realizada en abril del año pasado.

El exceso de velocidad aumenta el riesgo de accidente

Según alerta la DGT, la velocidad excesiva o inadecuada ejerce una influencia muy negativa sobre las capacidades para conducir y expone a conductor y pasajeros con mucha facilidad a situaciones de alto riesgo.

Asimismo, la probabilidad de morir o sufrir lesiones graves permanentes es mucho mayor en un accidente con velocidad excesiva que en otro con una velocidad más moderada. Esto sucede independientemente de si la causa última del accidente ha sido o no el exceso de velocidad.

Si se circula a una velocidad excesiva o inadecuada, es una mera cuestión de tiempo que se produzca un siniestro. Por el contrario, conducir con una velocidad adecuada a la situación puede evitar un accidente y, aunque este finalmente llegue a producirse, probablemente será de mucha menor gravedad.