El reiki complementa la terapia médica con beneficios emocionales
La disminución del dolor, la ansiedad y el estrés, así como el fortalecimiento del sistema inmune, son algunas de las mejoras que manifiestan tener los pacientes
El reiki postula la existencia de una energía mística, no detectable ni medible de forma objetiva, por lo que la posición mayoritaria de la comunidad científica es que el único efecto sobre la salud es el atribuible al placebo, la evolución natural de la enfermedad y a la relajación. Sin embargo, los defensores del reiki la consideran una terapia complementaria cuya forma de influir sobre la salud no está científicamente demostrada.
Según John Curtis, presidente de la Federación Española de Reiki y de la Fundación Sauce (ésta última imparte reiki a pacientes de ocho hospitales y catorce centros médicos de Madrid ), "hay estudios científicos sólidos que avalan los beneficios del reiki pero no hay estudios que expliquen cómo funciona". Entre los beneficios de la terapia complementaria, que "no sustitutiva de una tratamiento farmacológico o quirúrgico", tal y como defiende el especialista, están la disminución del dolor, el fortalecimiento del sistema inmune, la liberación de miedos y ansiedad a nivel emocional respecto a una enfermedad, o la disminución de los efectos secundarios de fuertes tratamientos como la quimioterapia.
Este es el motivo por el que desde la Fundación Sauce se están realizando dos estudios de investigación en paralelo con efecto placebo sobre 150 pacientes de la unidad del dolor del Hospital Ramón y Cajal, y sobre medio centenar de afectados de obesidad en la unidad de endocrinología del Hospital Universitario la Paz de Madrid.
La práctica del reiki se fundamenta en un emisor o canal que, a través de sus manos o de otros métodos -según el nivel- , transmitiría el reiki (fuerza natural que nos da vida) a un receptor que puede ser él mismo u otra persona (presente o no en el espacio tiempo), con el fin de paliar o eliminar molestias y enfermedades. Según John Curtis a diferencia del tratamiento farmacológico donde, por ejemplo, el antibiótico ataca al virus de la enfermedad, el reiki incide sobre el paciente y su capacidad para recuperarse a través de él mismo, por ejemplo, con el fortalecimiento de su sistema inmune.
Según José Manuel Gutiérrez Fernández profesor de reiki en la escuela Sahasrara, el instituto Ayurvedico y médico naturalista en Sevilla, "el reiki en occidente toma el cariz de terapia energética y de sanación pero va mas allá porque es una forma de vida". Según él, no hay una tabla que garantice y estime los tiempos de mejora de la salud, depende de cada persona porque la enfermedad es tratada como un instrumento de enseñanza espiritual. Del mismo modo, el especialista comenta que con estas terapias espirituales no hay que sensacionalizar haciendo responsable a la persona enferma de su enfermedad si no ayudarla en su viaje a la sanación.
La Organización Panamericana de la Salud (OPS), en colaboración con la Organización Mundial de la Salud (OMS) menciona al reiki dentro de las opciones de apoyo comunitario a enfermos de sida, aunque ninguna de las dos organizaciones hace valoraciones sobre su eficacia. Algunos servicios públicos de sanidad, como el National Health Service del Reino Unido, o el Centro Nacional de Medicina Complementaria y Alternativa de los Estados Unidos informan a sus pacientes sobre reiki y lo ofrecen como terapia complementaria.
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