La aldaba
Carlos Navarro Antolín
El rey brilla al defender lo obvio
Trabajo online
El tiempo es oro y es importante las horas que dedicamos al trabajo presencial como si lo hacemos desde casa. Cada día es diferente, con jornadas más fáciles en las que no tenemos distracciones y nos cunde nuestro tiempo frente al ordenador, y hay días en los que las tareas del hogar, los niños, etc. nos interrumpen.
Es esencial para trabajar desde casa saber estructurar nuestro tiempo, ya que en los hogares no solemos estar solos y la tentación de hacer esas cosas para las que nunca tenemos tiempo (lavadoras, ordenar armarios o cocinar), está al alcance de nuestra mano.
Te proponemos algunas ideas para organizar la jornada de teletrabajo:
Aunque la oficina se haya trasladado hasta nuestro domicilio, es importante establecer diferencias entre la rutina laboral y la vida familiar. Si tienes despacho en casa no hay problema, si no lo tienes puedes redecorar de forma funcional la habitación para invitados o incluso hacer un rincón de trabajo en el cuarto del niño. De este modo, tener un espacio cómodo para trabajar ayuda a gestionar mejor tu tiempo.
Todos necesitamos un tiempo de adaptación, de transición, cuando nos incorporamos al teletrabajo por primera vez. Hay que intentar darnos un margen temporal para organizar la jornada de manera proactiva.
Trabajar desde casa nos da la oportunidad de potenciar la flexibilidad de tiempo para adaptar el horario a las necesidades de cada jornada. No obstante, conviene priorizar una estabilidad y concretar cuál será el horario de inicio y de fin de la jornada. Además de establecer el horario laboral también hay que cumplirlo en la práctica.
A veces, surgen imprevistos ante los que hay que priorizar una tarea. Sin embargo, en el teletrabajo, al igual que en el trabajo habitual en la oficina, las tareas deben estar terminadas al final de la jornada, por eso hay que organizar la agenda teniendo en cuenta cuáles son las metas a corto plazo para el día de hoy.
Las redes sociales también forman parte de la rutina profesional de muchos trabajadores. Sin embargo, esta comunicación debe planificarse, de modo que no se caiga en la tentación de atender exclusivamente a las redes sociales e incluso, desconectar del verdadero trabajo.
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