Cómo son los encuentros en la cárcel de Koh Samui: no hay vis a vis
Daniel Sancho no podrá tener contacto físico con sus familiares y todas las visitas se harán con una mampara de por medio.
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Las únicas personas que hasta el momento han podido visitar a Daniel Sancho en prisión han sido sus abogados, un trabajador de la Embajada española y su madre. Todos ellos lo han hecho con un cristal de por medio.
En la cárcel de Koh Samui, en la que se encuentra Daniel, existen dos formas de poder visitar a los presos. Una de ellas es cuando el propio recluso lo solicita y para ello el reo tiene que elaborar, previamente, un listado de 10 personas a las que él autoriza para que lo vean.
Quienes estén dentro de dicho listado podrán verlo todos los días que quieran, siempre en el horario establecido para tal efecto. No obstante la duración de estos encuentros está bastante limitada y el tiempo máximo que pueden permanecer con el interno es de 15 minutos. En el caso de Daniel Sancho lo que se ha podido confirmar es que tanto su padre como su madre aparecen en dicho listado.
La otra forma de poder acceder a prisión para ver a un reo es mediante una solicitud a través de la Embajada. Son ellos quienes autorizan o deniegan estos encuentros y en este caso la duración es más larga, sin tiempo limitado.
Estas visitas están pensadas para que los reos tengan atención consular, como el caso del trabajador, Vicente Cacho, que hoy se ha entrevistado con el chef. Estas visitas están pensadas para que otros familiares también puedan ver a los reos. Hay que tener en cuenta que en muchos de estos casos la familia extensa del preso no vive en el país en el que éste está privado de libertad por lo que el tiempo que van a verlo sería limitado.
No hay vis a vis
A diferencia de lo que sucede en las cárceles de España, en la de Koh Samui no existe la posibilidad de tener un encuentro más íntimo entre un reo y un visitante, lo que se conoce como vis a vis. Daniel tendrá que ver a sus familiares, en todo momento, a través de una mampara, con un teléfono para poderse escuchar y sin que exista contacto físico. Esto último no es algo tan diferente a lo que sucede en las cárceles españolas.
Cabos sueltos en la investigación
A pesar de que en tan solo 15 días la Policía haya dado por finalizada esta investigación aun quedan algunos cabos sueltos que tienen que ir cerrando antes de que se celebre el juicio por el caso.
Uno de ellos se correspondería con el hallazgo del resto del cuerpo de Edwin, la víctima, ya que falta, por ejemplo, su torso y esto podría resultar determinante para conocer más datos sobre su muerte. Tampoco se han encontrado las armas del crimen aunque se conocen los utensilios que empleó Sancho para desmembrar el cadáver (dos cuchillos y una sierra) así como el teléfono móvil de la víctima.
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