¿Quién es ‘el violador de la funda de almohada’, acusado de agredir a 44 mujeres?

En la década de 1980, cuando Robert tenía solo 20 años, comenzó a agredir sexualmente a decenas de mujeres en la zona de Palm Bay, en el centro de Florida (Estados Unidos). Fueron un total de 44 las víctimas que entonces se cuantificaro que habían sido violadas en circunstancias similares en la década de los 80.

El agresor era Robert Eugene Koehler, quien tenía un peculiar modus operandi que lo llevó a ser conocido como ‘el violador de la funda de almohada’. El joven entraba en los domicilios de sus víctimas, asaltándolas en plena noche, y las violaba para luego marcharse del lugar. Sobre su rostro, y con intención de taparlo, siempre había una camiseta o una funda de almohada, por eso se le empezó a llamar así.

El grueso de los ataques de este depredador sexual se produjeron entre 1981 y 1986 y obligaron a la creación de un cuerpo policial especial para dar con su paradero que después se desintegró tras fracasar.

Durante años, la Policía estuvo recabando denuncias que describían casos similares entre sí cometidos en la misma zona pero no lograron dar con el responsable de los hechos.

Una de las víctimas llegó, incluso, a identificar algunos de sus rasgos, a pesar de tener la cara cubierta, y ayudar en la elaboración de un retrato robot del agresor que era más o menos fiel a la realidad. El cartel con su cara fue difundido por todo Florida, pero no se consiguió dar con él por aquel entonces.

Unos años después, en 1991 y según contó el medio Miami Herald, que fue el que hizo seguimiento del caso, éste sería identificado y condenado por violación en este mismo Estado. Entonces detallaría que sus víctimasincluían, entre otras mujeres, una maestra de escuela, una azafata, una artista, una modelo, una enfermera o una instructora de gimnasio.

El violador escogía, según se supo por aquel entonces, a mujeres jóvenes, atractivas y profesionales que vivían en vecindarios de clase media-alta, amenazándolas con cuchillos. Según los informes, a menudo irrumpía a sus hogares a través de ventanas abiertas y amenazaba a las mujeres con un cuchillo antes de atacarlas rápidamente, siempre con la cara cubierta.

Caso reabierto

Tras cumplir condena por dicho delito en 1991, éste quedó en libertad. No se sabía en aquel momento que había violado a muchas más mujeres hasta que en 2020 se le volvió a detener. Comprobaron, entonces, que se trataba de una persona reincidente.

Esta última detención pudo producirse gracias a los resultados de unas pruebas de ADN que lo relacionaban, directamente, con una violación a una chica en 1983, cuando la víctima tenía 25 años.

Juicio

Tras una espera de tres años en los que el acusado de ser un depredador sexual ha estado en prisión de forma preventiva, el 25 de enero el jurado de Miami-Dade lo declaró culpable durante el juicio.

Tras las deliberaciones, en las que participaron tanto la defensa como la Fiscalía, el jurado ha decidido que Koehler es culpable de secuestro con arma de fuego, agresión con agravantes, agresión sexual con arma de fuego, agresión, lesiones graves y robo con asalto mientras estaba armado.

El agresor, que durante el juicio compareció en silla de ruedas y enjevecido, se enfrenta a la cadena perpetua a pesar de que él siga defendiendo que es inocente y sostiene que se ha confabulado contra él.

Sin embargo, la fiscal resaltó que la prueba de ADN realizada demuestra que Koehler fue el autor del abuso sexual, además de insistir en que aterrorizó a su víctima con la ayuda de un arma. "Aterrorizó a una mujer inocente en su casa", dijo la fiscal. "La comunidad y esta mujer merecen justicia", apuntaló.

Tras las pruebas de ADN, las autoridades comprobaron que coincidía con el sospechoso de 8 casos de violación denunciados, entre otros el caso del juicio de este miércoles.

El juicio ha acaparado la atención mediática tras la sospecha que Koehler es el famoso "violador de la funda de almohada". Ya en el año 2020 el detective de delitos sexuales David Simmons, daba las gracias por su arresto y aseguraba que era bueno para las víctimas cerrar un caso de este tipo.