Qué está pasando con Juan José Ballesta y por qué se le acusa de violación

Los hechos denunciados tuvieron lugar, supuestamente, el pasado verano, concretamente en el mes de julio. La denunciante, M., ingresó en el hospital un mes más tarde por un brote de esquizofrenia, una enfermedad mental de la que llevaba años tratándose.

Allí los facultativos que la trataron achacaron su estado a que, tal vez, podía haber sido víctima de una agresión sexual, algo que la mujer confirmó, por lo que puso una denuncia ante la Policía por los hechos que supuestamente habían ocurrido.

El relato de la mujer

De esta manera, M. relató a los agentes que llevaba años medicándose porque padece esquizofrenia paranoide y que durante el verano, en un momento de estabilidad, su médico le aconsejó que comenzara a salir y hacer deporte. Por este motivo entre el 16 y el 21 de julio, según contó ella misma, fue víctima de dos agresiones sexuales diferentes, una por parte de un hombre llamado R., que además la tuvo retenida en su casa varios días, y otra por parte de Juan José Ballesta, con quien coincidió en un 'pub' y al que conoce porque eran vecinos de la localidad de Parla.

Según su relato, la noche del 16 de julio en la que conoció en un bar a R., un vecino del municipio. Ella asegura que se fueron juntos a la casa de él, aun con la oposición de sus amigas, que no se fiaban de este nuevo conocido.

La mujer denuncia que una vez allí la agarró del pelo, la violó y la retuvo varios días. La dejó salir, finalmente, porque tenía que cuidar de su perro pero que después de esto regresó a la casa de su presunto agresor porque se sentía “sometida” al no poder tomar su medicación.

Durante esos días, ella asegura que él la ofrecía a otros hombres, tanto en la casa como en varios locales de ocio, así como en una piscina, y que llegó a presentarle a otra mujer como una “prostituta” que le iba a enseñar a trabajar. Una de estas veces, según su relato, apareció Ballesta, que también le hizo tocamientos indeseados en la vía pública. La mujer defiende que nunca dijo que Ballesta y ella fueran amigos de la infancia, sino que se conocían de vista porque ambos crecieron en Parla.

Finalmente, ella volvió a tomar su medicación, y asegura que en ese momento fue consciente de lo que le había sucedido, le dio un ataque de ansiedad y llamó a su padre. Entonces ingresó en el hospital de Parla, donde, pasadas dos semanas, pidió el alta voluntaria. En ese tiempo la denunciante mandó mensajes y notas de voz a su supuesto agresor, en los que lo acusaba de haberla violado.

Testifican ante el juez

Esto fue lo que la denunciante contó a la Policía y, como consecuencia, han llevado al actor y a su amigo, Raúl, a tener que testificar ante el juez, algo que tuvo lugar ayer mismo, 7 de noviembre, y en la que tanto R. como él negaron todos los hechos. El actor insistió, como venía haciendo hasta entonces, en que no conoce de nada a la denunciante. Ella, por su parte, sigue asegurando que ha sido víctima de una agresión sexual pero ha cambiado su versión.

El actor ha explicado a los medios de comunicación que preguntó a todo el entorno y a su familia y ninguno la conoce a la denunciante. “Yo a las nueve y media de la noche estoy en casa y ceno con mi hijo. No salgo solo, me dedico a mi trabajo. Soy actor y nada más”, detallaba ante la prensa.

Para el letrado de la mujer, Juan Manuel Medina, el relato de la denunciante es coherente y detallado y que ella no tiene interés en ganar dinero o fama, aunque hay que entender que es el de una persona con una patología mental determinada que en este momento “no estaba bien”. De hecho, después de estos hechos, ella tuvo que ser internada en un centro psiquiátrico donde relató estas agresiones.

Fueron los responsables del propio centro los que activaron el protocolo de agresiones sexuales y denunciaron los hechos, aunque por el tiempo transcurrido fue imposible detectar pruebas físicas que corroboraran su versión.

La acusación, ejercida por la denunciante, intenta ahora buscar pruebas del trayecto que hizo la mujer esos días en los que presuntamente habrían tenido lugar las agresiones.

Juan José Ballesta, por su parte, asegura estar tranquilo y con ganas de que esto acabe aunque lamenta que esto le esté afectando a su profesión. Por otro lado ha confirmado que no tiene ningún interés en querellarse contra la denunciante porque cree que lo que está sucediendo se debe a su enfermedad y solo pretende vivir tranquilo.