La ventana
Luis Carlos Peris
Perdidos por la ruta de los belenes
Después de que Daniel Sancho pasara a disposición judicial y se decretara su ingreso en prisión de forma preventiva, éste fue llevado a la cárcel de Koh Samui, la segunda prisión más grande toda Tailandia.
En este país, donde el Código Penal tiene penas más severas para las personas que delinquen, las cárceles también se caracterizan por ser más inseguras y estar más masificada. Aunque el chef español consiga finalmente que lo extraditen, en caso de ser juzgado al menos va a pasar 6 años en esta prisión, donde el día a día es muy diferente al de las cárceles españolas.
La cárcel de Samui alberga hasta a cuatro veces más el número de presos para los que ha sido diseñada la prisión, llegando a alcanzar, en ocasiones, los 45 internos por celda.
La jornada de este centro empieza a las 06:00 horas, cuando los presos son despertados con un silbato. Media hora más tarde se procede a abrir las celdas porque a las 06:45 se realiza el recuento de los reos. Esto en ocasiones se vuelve problemático porque han de estar listos y son demasiadas personas compartiendo baño. A las 08:00 horas los reclusos deben cantar el himno tailandés.
En este momento los reos se ponen el uniforme, que puede ser de diferente color. Los que están en prisión provisional llevan un mono marrón y quienes están cumpliendo condena firme llevan un mono azul.
A las 08:00 tiene lugar el desayuno, basado en caldo y arroz. Muchos presos han destacado este momento especialmente desorganizado ya que cuando llegan al comedor los platos ya están servidos y no siempre llevan la misma cantidad. Tras eso tiene lugar otro recuento y a las 11:45 se realiza un pequeño almuerzo que consiste en arroz y hueso de pollo guisado. Quien tenga dinero puede solicitar un plato extra por lo equivalente a 3,14 euros.
A las 14:00, tras un tercer recuento, los presos pueden visitar un gimnasio que tienen en la cárcel que es bastante precario pero con el que pueden entretenerse y mantener la forma. En el caso de la prisión de Koh Samui existen duchas pero esto no es habitual en Tailandia. En muchos otros centros penitenciarios tienen que apañarse con una tinaja de agua. La cena, nuevamente, deben pagarla si quieren comida extra y diferente al arroz.
A las 17:00 los reclusos vuelven a sus celdas y se lleva a cabo un último registro. En la mayoría de los casos los prisioneros no tienen colchones a menos que paguen. A las 21:00 horas todos y cada uno de ellos deben estar dormidos aunque siempre con las luces encendidas por una cuestión de seguridad.
Algunos expertos señalan que este tipo de cárceles pueden llegar a violar algunos derechos humanos y que están muy lejos de estar pensadas para la reinserción. En España, y en la Unión Europea, las penas privativas de libertad tratan de recoger el resarcimiento a la víctima y sus familiares por un lado, y por otro una vocación de reinsertar a la persona que ha delinquido.
Por el momento el autor confeso se encuentra en un módulo de aislamiento ya que el protocolo covid determina que debe pasar 15 días sin estar en contacto con sus compañeros para evitar posibles contagios.
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