Sexo para curar la homosexualidad: así era el modus operandi de la secta de Cáceres

A los dos responsables de la organización se les acusa de delitos contra la salud pública, de odio y de asociación ilícita, entre otros.

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Captura del vídeo grabado por Policía Nacional en el momento de la detención
Captura del vídeo grabado por Policía Nacional en el momento de la detención / Policía Nacional

Agentes de la Policía Nacional y funcionarios de Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria detuvieron, el pasado 16 de diciembre, a un matrimonio en Valverde de la Vera (Cáceres) por hacer “terapias para curar la homosexualidad”.

La pareja, formada por la responsable de la organización y que se hacía llamar “Maestra de maestros” y por su marido, psicólogo, llevaba 20 años trabajando en este tipo de terapias de reconversión.

Modus Operandi

En su página web, aparentemente normal, ofrecían acompañamiento psicológico a través del método Gestalt en una ubicación situada a varios kilómetros de cualquier núcleo urbano en Valverde de la Vera por la que pasaron hasta 50 personas.

Las terapias se ofrecían tanto a adultos como a adolescentes o parejas y una vez que se iniciaba el acompañamiento, los dos responsables de la secta manipulaban a sus clientes haciendo uso de sustancias estupefacientes como MDMA, ayahuasca o peyote (drogas psicoactivas y alucinógenas de origen químico y natural, respectivamente).

Gracias al consumo de estas sustancias los clientes quedaban anulados de sus capacidades y el matrimonio los manipulaba para que acabaran manteniendo relaciones sexuales con la líder del grupo con la excusa de que esto los ayudaría a “corregir su homosexualidad” en lo que hacían llamar “terapias heterosexualizantes”. A esto se le sumaban los discursos de odio que tenían hacia sus clientes en relación a las personas no heterosexuales.

La detención se produjo el pasado 16 de diciembre, y ambos están acusados de presunta participación en delitos contra la salud pública, la libertad sexual e integridad moral, contra los derechos de los trabajadores, así como lesiones psicológicas, intrusismo profesional, asociación ilícita, coacciones y blanqueo de capitales, según ha indicado la Policía en nota de prensa.

En libertad

Tras su paso por disposición judicial el matrimonio ha quedado en libertad de manera provisional. Esta mañana, del 26 de diciembre, la líder de la organización regresaba a las instalaciones donde llevaba a cabo las terapias con una sonrisa y se mostraba amable con los medios de comunicación.

Además de los arrestos, encabezados por agentes de la Policía Nacional y funcionarios de Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria, se llevó a cabo un registro en el domicilio de los detenidos sito en una "amplia finca" del municipio cacereño, y otro en un local de Madrid donde se realizaban las "terapias" un día a la semana.

De estos registros se han intervenido 100.000 euros en efectivo, diferentes sustancias estupefacientes, así como material informático y documental de interés para la investigación, según informa la Policía Nacional y la Agencia Tributaria en nota de prensa. Se calcula que para montar todas las instalaciones los detenidos tuvieron que hacer una inversión de más de dos millones de euros.

La operación la llevó a cabo la Comisaría General de Información de la Policía Nacional, con la colaboración de la Unidad de Análisis de la Conducta de la Comisaría General de Policía Judicial, y la Unidad Regional Operativa de Madrid y Extremadura, así como el Área de Operaciones Terrestres de Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria.

El operativo también ha contado con la colaboración de la Brigada Provincial de Información de Cáceres y se ha realizado bajo la dirección del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Navalmoral de la Mata (Cáceres).

Según ha precisado la Policía Nacional, estas actividades se han desarrollado a lo largo de "más de 20 años", tiempo durante el cual se han ido logrando nuevos adeptos, llegando a aglutinarse en algunas ocasiones hasta "más de 50 personas" que se aislaban de su entorno familiar, social y profesional.

Este aislamiento era inducido por los detenidos, quienes en su lugar les instaban a dedicarse a funciones relacionadas con el grupo, llegando a ejercerse sobre las víctimas un "control total" hasta el extremo de "no tener capacidad de discernir en qué lugar residir, qué estudios cursar y con quién contraer matrimonio".

A ello se añaden las "constantes" demandas económicas de los arrestados, quienes se enriquecían a través de estas prácticas presuntamente ilegales, sin entregar a cambio ningún tipo de factura o justificante de pago.

Por el momento, los investigadores continúan con sus análisis y pesquisas para recabar más información económica y patrimonial.

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