Reconstrucción del crimen pasional de Oza: ¿Quién mató a Cristina?
El presunto asesino de haber acabado con Cristina en Oza sigue manteniendo que él no la mató y que su única intención era la de robar en su domicilio.
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El presunto agresor se llama Alberto y según la investigación, éste entró en el domicilio de unos conocido en el municipio coruñés de Oza. La versión de Alberto es que entró para robar pero que en ese momento se encontraba en la casa la propietaria, Cristina, y que otra persona que iba con él la mató. La identidad de esta supuesta segunda persona se niega a darla.
Los investigadores consideran que en realidad Alberto entró en esta casa en busca de Pablo, el marido de Cristina, porque estaba teniendo una aventura con su mujer, pero al no encontrarlo, acabó con la vida de Cristina. Además del supuesto romance entre la mujer de Alberto y Pablo, ambos eran compañeros de trabajo.
Lo que el supuesto asesino contó a los investigadores para defenderse durante la reconstrucción de los hechos es que él no iba solo el día que allanó la vivienda de Pablo y Cristina. “Llegamos hasta aquí el compañero y yo”, comienza diciendo a los agentes que lo acompañan en la escena del crimen.
Según su versión pensaron que no había nadie en el domicilio en ese momento, pero se encontraron con Cristina. “Era la esposa de un compañero de trabajo de mi mujer”, explica. Entonces ella preguntó si querían algo y posteriormente volvió a entrar en su casa y cerró la puerta. “Y yo acto seguido, detrás del compañero, me eché a correr.
El compañero ya estaba en la puerta, quería abrirla, pero no podía. Entonces fue cuando yo empecé a trepar por aquí arriba”. Según Alberto en ese momento se plantó delante de otra puerta de acceso a la vivienda, cogió una piedra con la que golpeó el cristal de dicha puerta y metió la mano para abrirla, girando el picaporte.
Ya dentro de la vivienda, Cristina trató de esconderse y al no verla, el supuesto ladrón saltó por la ventana para irse. Ya estando fuera Alberto comentó que escuchó un ruido parecido al de un petardo. “Cuando llegué allí abajo la ví que estaba tirada en el suelo”, ha justificado ante los investigadores para tratar de hacer ver que él no le disparó.
Ha negado, además, que supiera que su supuesto compañero llevara consigo una pistola. “Si sé que trae una pistola no vengo a hacer nada”, aclaró. Llegó a decir, entre lágrimas, que tenía miedo de que este presunto compañero pudiera matar a su familia “viendo lo que hizo”.
Un compañero ficticio
Hasta donde han podido investigar los agentes, el acusado ha dado un nombre ficticio o el de una persona que no ha podido ser localizada y que se correspondería con el supuesto compañero que fue el que acabó con la vida de Cristina de un disparo.
Algo inquietante es que en el escenario del crimen no hay ningún tipo de huella ni se ha encontrado ningún indicio de que el suceso tenga vinculación con otra persona aparte de él. Las pesquisas apuntan a que él en realidad quería acabar con la vida de Pablo pero como no se encuentra en la casa cuando entra, decide acabar con la vida de su pareja.
Tuvieron buena relación
Previo a estos hechos las cuatro personas implicadas, es decir, la pareja formada por Alberto y Sandra y la formada por Pablo y Cristina, solían tener una buena relación e incluso hacían planes los cuatro juntos.
Por el momento no se ha designado una fecha para que tenga lugar la celebración del juicio por el crimen de Oza pero sí ha trascendido que la Fiscalía solicita una pena de 28 años de prisión para él. Previsiblemente el juicio será en otoño con jurado popular y no hay ninguna otra persona investigada porque el único y presunto asesino de este crimen es Alberto.
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