Reabren el caso del crimen de Helena Jubany para investigar su disco duro

La joven de 27 años recibió dos anónimos antes de aparecer sin vida y desnuda que simulaban un juego de rol hecho por alguien que la conocía.

Crímenes sin resolver en España: el asesinato de la joven bibliotecaria Helena Jubany

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Un policía nacional trabaja en un ordenador. / DGP

Después de conocerse que los padres de la joven bibliotecaria Helena Jubany, asesinada en 2001, tuvieran que adelantar el dinero para que se pudiera hacer una nueva prueba de ADN, ahora se ha confirmado que el juzgado de Sabadell ha considerado reabrir la investigación.

Esto se ha hecho para que la Policía pueda llevar a cabo el análisis completo del disco duro del ordenador de la joven en busca de nuevas pruebas que permitan esclarecer el crimen. Las pesquisas se cerraron de manera provisional sin resolver en el 2005, aunque posteriormente se reabrieron.

Fue el programa Crims de TV3 el que trajo el caso a la actualidad después de emitir dos reportajes el año pasado sobre la muerte de Helena Jubany. Tan es así que el juzgado de instrucción 2 de Sabadell decretó la reapertura de la causa pero la Audiencia de Barcelona lo volvió a cerrar el pasado mes de marzo al considerar que las pruebas aportadas por la familia de la víctima para intentar inculpar al principal sospechoso del asesinato de la joven, Santiago Laiglesia, tenían "escasa fiabilidad" y otras sospechas ya fueron investigadas y son "insuficientes" para señalar a los culpables.

La Audiencia lo archivó y ahora se ha reabierto para practicar el vaciado y análisis del disco duro del ordenador de la joven.

Jubany murió la madrugada del 2 de diciembre de 2001, después de dos días desaparecida. Su cuerpo lo encontraron en el patio del edificio en el que vivía su amiga, Montserrat Careta. Alguien había arrojado su cuerpo, completamente desnudo y lleno de quemaduras, desde la azotea.

Tres meses antes del crimen, por ejemplo, la joven recibió dos anónimos acompañados de bebidas adulteradas con somníferos en los que se dirigían a ella como si la conocieran. De hecho, una de las bebidas era horchata, la preferida de Jubany.

La única encausada en su momento fue Montse Careta, pero se suicidó en prisión antes de ser juzgada. Una de las pruebas pedida por la familia de la bibliotecaria pretendía demostrar que el sospechoso , Santi Laiglesia, vivía con esta mujer en el mismo edificio desde cuya azotea cayó la víctima puesto que eran pareja. La tesis de la acusación es que ambos drogaron con somníferos a la joven, la subieron hasta la terraza y la lanzaron al vacío.

Prueba de ADN

Junto al análisis del disco duro del ordenador de la víctima también se va a realizar una prueba de ADN con los restos que se encontraron en el jersey que la joven había llevado puesto. En su momento ya se hicieron pruebas para cotejar el material genético.

Sin embargo la nueva prueba cruzará todos los perfiles genéticos con el fin de que se arrojen nuevos resultados que permitan acercarse a los investigadores a lo que le pasó a Helena Jubany aquel día de 2001.

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