Tribuna Económica
Carmen Pérez
T area para 2025
Sus iniciales son O. D. P. y cuenta con un amplio historial delictivo y varias detenciones por amenazas, hurtos, delitos contra la seguridad vial y violencia de género. Hace dos dos semanas el chico acabó en comisaría después de intentar atropellar a una pareja de DJs a la salida de una discoteca y, al día siguiente, por intentar robar un perro que estaba en el interior de una peluquería canina.
Con esta nueva detención se le imputa un primer delito de homicidio en grado de tentativa y un segundo de amenazas graves hacia su familia. El pasado domingo, 9 de julio, pasó a disposición judicial ante el Juzgado de Instrucción número 5 de Zaragoza, en funciones de guardia, que ha decretado su ingreso en prisión de manera provisional.
El incendio con el que trató de poner fin a la vida de su hermano se desató el pasado viernes 6 de julio en el número 7 de la calle Batalla de Pavía, si bien no hubo que lamentar daños personales dada la rápida intervención de los bomberos. Según ha trascendido hasta allí se desplazaron una bomba urbana ligera, una autoescala automática, una ambulancia de bomberos y una unidad de mando y comunicaciones.
La voz de alarma la dio el hermano del detenido, que llamó a la sala de emergencias del 091 alertando de que este joven de 31 años amenazaba con incendiar su vivienda, de modo que fue comisionada hasta allí una dotación de la Brigada de Seguridad Ciudadana de la Jefatura Superior de Policía de Aragón.
Cuando llegaron los agentes, la familia ya había abandonado el domicilio y estaba fuera de peligro, si bien el susodicho permanecía aun en el interior tras prender fuego a una habitación al discutir con su hermano.
Los policías tuvieron que desalojar por precaución a todos los vecinos de la comunidad, incluido al presunto agresor, que se había refugiado en una terraza interior por el humo ocasionado por el fuego.
Tras la investigación llevada a cabo por agentes de la Brigadas Provinciales de Policía Judicial y Policía Científica, los agentes averiguaron que no era la primera vez que amenazaba a su familia, imputándole además un delito de amenazas graves a otro hombre, al que también habría intentado atropellar intencionadamente unos días antes.
No obstante, su actitud violenta no cesó en ningún momento y, cuando se encontraba ya detenido en dependencias policiales, provocó desórdenes en los calabozos donde estaba custodiado y amenazó constantemente a los policías.
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