Los cabos sueltos en la investigación del crimen cometido por Daniel Sancho

Desde que el pasado 2 de agosto se comenzó a investigar el crimen de Edwin Arrieta, cometido por Daniel Sancho en Tailandia, la Policía ha incurrido en lo que podrían entenderse como contradicciones, al menos en España. El proceso de búsqueda de pruebas y análisis de lo que ocurrió distaría mucho del que se habría llevado a cabo en nuestro país con un crimen de este tipo.

Las distintas versiones

Algunos expertos contemplan la posibilidad de que se estén dando problemas en la traducción de las informaciones que va ofreciendo la Policía tailandesa. No obstante durante la rueda de prensa que ofrecieron los agentes hablaron de que la víctima, Edwin Arrieta, habría sufrido una puñalada a la altura del pecho.

El torso del fallecido no apareció pero sí lo hizo la camiseta que llevaba puesta en el momento del asesinato y en ella se veía un corte limpio en esta zona. Para corroborar la información sobre el apuñalamiento mostraron la camiseta, ya lavada, ante los medios.

Tras esto, la autopsia concluiría que la causa de la muerte fue el degollamiento. No se entiende, por tanto, en qué momento tuvo lugar dicha puñalada en el pecho.

Abandono de pruebas

Otro hecho que ha llamado especialmente la atención ha sido el abandono de algunas pruebas, dejadas a la vista y alcance de cualquier persona que pasara cerca de ellas. Este es el caso del kayak con el que Daniel Sancho se adentró en el mar para tirar más restos del cirujano colombiano al agua. Cuando los agentes inspeccionaron la embarcación de forma rápida, decidieron dejarla en la playa, rodeada con un cordón policial que cualquier persona se podía saltar.

Algo similar ocurrió con la moto que el chef español empleó para transportar las bolsas con los restos de la víctima.

Dijeron que el caso estaba cerrado

Cuando ofrecieron la rueda de prensa los agentes aseguraron que el caso estaba cerrado. Sin embargo luego han seguido investigando, buscando pruebas que faltaban y tratando de atar los flecos sueltos que quedaban. De hecho el informe policial, que previsiblemente se iba a entregar esta semana, aun no se ha depositado ante la Fiscalía porque faltan algunas pruebas por concluir.

La Policía solicita la pena

A pesar de continuar investigando, los policías aseguraron que tenían suficientes indicios para acusar a Daniel Sancho de asesinato premeditado. Uno de ellos era la grabación del comercio al que el chico acudió para comprar cuchillos, bolsas de basura y productos de limpieza un día antes del crimen.

“En este caso la Policía tiene claro que no fue un accidente y que tenía un plan para matarlo”, dijo el número 2 de la Policía en rueda de prensa. Por este motivo los agentes solicitaron la pena de muerte para el encausado, algo que sería impensable en España, que es la Fiscalía la que solicita las penas para los acusados de haber cometido un delito.