La aldaba
Carlos Navarro Antolín
Más allá de la voz de la Laura Gallego
Carla López tiene 36 años y lleva desaparecida desde el lunes, 20 de febrero, en torno a las 10 de la mañana, cuando iba a trabajar.
Lo que se sabe hasta ahora es que la chica, que vivía en Pineda de Mar, un municipio de Barcelona, había estado la noche anterior con su pareja. Cuando se despidió de él se dirigió a su casa y le mandó un mensaje a éste confirmándole que había llegado bien.
Se fue a dormir y al día siguiente se despertó y salió de casa poco antes de abrir la clínica en la que trabaja, situada a escasos 350 metros de su domicilio, entre las localidades de Calella y Pineda de Mar.
En ese momento una vecina la vio y la saludó pero se extrañó al verla andar en dirección contraria al sitio en el que está su trabajo, aunque ha asegurado que no percibió en ella que estuviera nerviosa o agitada. La vecina que la vio irse caminando hacia la playa pensó que tendría el día libre pero a Carla no se la ha vuelto a ver desde entonces. La clínica nunca la abrió.
Tras la denuncia de su desaparición por parte de sus familiares, los Mossos han centrado la búsqueda en la zona en la que Carla fue vista por última vez y en su círculo cercano.
Tras hacer un registro exhaustivo de su domicilio en busca de posibles pistas, los agentes han encontrado la cartera de la chica. Su móvil, que probablemente la víctima se llevó consigo, está apagado desde el momento en el que se produjeron los hechos.
Los cuerpos policiales, además, activaron una búsqueda integral por el perímetro más cercano a su domicilio y la ampliaron posteriormente a la zona de mar. El alcalde de la localidad, Xavi Amor, ha informado que se está estudiando que también intervengan buzos para dar con Carla.
Por el momento no se tiene ningún indicio de lo que ha podido sucederle a la joven por lo que los Mossos mantienen abiertas varias líneas de investigación y están contemplando todas las hipótesis.
La familia de Carla ha transmitido que están seguros de que no se trata de una desaparición voluntaria. Según han contado personas cercanas a ella, era una persona normal y no tenía, aparentemente, ningún rasgo de estar pasando por un mal momento.
De momento los investigadores siguen tomando declaración a su entorno más cercano. Ayer, día 22 de febrero, un grupo de personas empapeló todo el municipio con carteles de búsqueda con la cara de la desaparecida.
La familia pide que si alguien ha visto algo o tiene alguna pista sobre la chica se ponga en contacto con las autoridades.
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