Quién es Pablo Ibar y por qué lo han condenado a cadena perpetua si no hay suficientes pruebas
El Distrito Cuarto de Florida ha confirmado la condena de cadena perpetua para el acusado de origen vasco.
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Pablo Ibar tiene 51 años y es natural de Estados Unidos, aunque posee la nacionalidad española porque su padre es vasco y su madre, cubana.
Cuando apenas tenía 22 años y se encontraba residiendo junto a su madre en Florida porque a ella le habían diagnosticado un cáncer, a Pablo lo acusaron de un triple asesinato del que no hay suficientes pruebas que demuestren que el autor del crimen fue él.
El día de los hechos
El asesinato tuvo lugar el 26 de junio de 1994 en Florida. Ese día los cuerpos de Casimir Sucharski, dueño del club nocturno "Casey's Nickelodeon", y de las bailarinas Sharon Anderson y Marie Rogers aparecieron golpeados y acribillados a tiros dentro del domicilio de Casimir Sucharski en Miramar, Florida.
El hombre tenía instaladas varias cámaras por su casa que grabaron todo lo que les sucedió aquella trágica noche. En las imágenes se podía ver a dos individuos con la cara tapada que acabaron de manera brutal con sus vidas. A pesar de tener el rostro oculto en un momento uno de ellos se destapa la cara para limpiarse el sudor.
El estudio de ese fotograma daría directamente con Pablo Ibar, al que consideraron culpable a pesar de que no se hallaron restos de su ADN en el interior del domicilio, de que el fotograma tenía una pésima calidad y de que él mismo dio una coartada.
La coartada
Por aquel entonces el joven Ibar, que tenía unos amigos algo conflictivos y contaba con algunos antecedentes por robo, estaba saliendo con Tanya Quiñones, una joven cuyos padres no tenían conocimiento de la relación que mantenía con Ibar.
La noche en que tuvo lugar el triple asesinato Pablo Ibar se encontraba con ella en su casa. Sus padres se habían marchado de viaje a Irlanda y ambos aprovecharon para encontrarse en el domicilio de la chica, pero la hermana mayor de Tanya los vio y avisó a sus padres del engaño de su hermana.
A pesar de que Ibar tenía coartada y de que se aportó el registro de las llamadas que la hermana de Tanya hizo a sus padres, a los jueces y al jurado popular no les sirvió para dejar de incriminar al joven de origen vasco, por lo que ingresó en prisión ese mismo año y no ha vuelto a salir desde entonces
Los juicios
Tras la celebración del primero juicio por el caso, Pablo Ibar fue condenado a muerte y en esa situación permaneció durante 16 años (entre 2000 y 2016). Pero en ese último año el Tribunal Supremo anuló dicha condena y ordenó repetir el juicio tras considerar que la defensa había sido ineficaz y que las pruebas por las que Pablo Ibar había sido condenado eran escasas y débiles.
Entre 2016 y 2019 se celebraron dos juicios más y el 22 de mayo de 2019, Pablo Ibar fue condenado a cadena perpetua con esas mismas pruebas que ya habían considerado insuficientes. Además, después de este tercer juicio y tras la emisión del veredicto, uno de los miembros del jurado reconoció que habían sido presionados para condenar al acusado.
Ratifican su condena
Actualmente el hispano estadounidense Pablo Ibar se encuentra cumpliendo condena en el Instituto Correccional de Okeechobee, un centro penitenciario caracterizado por su inseguridad y peligrosidad.
De hecho, al poco de entrar Ibar, su compañero de celda fue acuchillado. Tras la última sentencia condenatoria éste y sus abogados han estado trabajando en recurrirla ante el Tribunal de Apelaciones del Cuarto Distrito de Florida.
Ayer, día 20 de abril, este organismo daba a conocer la confirmación de la condena para el acusado, que lleva casi 30 años en prisión. El tribunal ha desestimado todos los argumentos esgrimidos por el abogado de Ibar, Joe Nascimento, para que se le levante la reclusión de por vida y se celebre un nuevo juicio.
Desde la Asociación Pablo Ibar Juicio-justo, comunicaban ayer que “el fallo ha supuesto un gran mazazo para la familia”. El abogado de Ibar tiene previsto presentar una moción al tribunal de apelaciones de Florida en la que solicitará que reconsidere su decisión y analice las 11 cuestiones que no ha entrado a valorar en su último fallo para poder apelar posteriormente ante el Supremo de ese Estado.
En una información recogida por El País, esta semana, el padre del condenado, Cándido Ibar, junto al letrado estadounidense Nascimento y el portavoz de la Asociación Pablo Ibar-Juicio Justo, Andrés Krakenberger, visitaron el martes el Parlamento vasco, donde estuvieron reunidos con su presidenta, Bakartxo Tejeria. La asociación ha abierto una colecta popular para recaudar fondos que le permitan sufragar el coste del proceso judicial abierto en EE UU.
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