La ventana
Luis Carlos Peris
Perdidos por la ruta de los belenes
Desde que el autor confeso de matar y descuartizar al cirujano colombiano Edwin Arrieta pasó a disposición judicial, se encuentra entre rejas en la cárcel tailandesa de la isla de Samui de manera provisional. Y allí permanecerá hasta que se celebre el juicio.
Tras conocer el suceso, algunos medios colombianos que están cubriendo el caso ya han hecho una comparativa con las penas que se podrían aplicar en estos casos tanto en España como en Tailandia y la conclusión a la que se está llegando es que en Tailandia el castigo sería más severo, ya que existe la pena de muerte y la cadena perpetua. En España la mayor condena que contempla el Código Penal es la prisión permanente revisable, que como su nombre indica, está sujeta a revisiones.
En base a lo que se conoce hasta ahora sobre el crimen de Edwin Arrieta cometido por Daniel Sancho, a éste lo podrían condenar por homicidio imprudente (de 3 a 8 años); homcidio (lo que supondría una pena de 15 a 20 años de cárcel); cadena perpetua (estar el resto de su vida entre rejas) o a la pena de muerte. Esto último hace mucho que no sucede en Tailandia.
Existe un caso cercano para España y cuya situación fue parecida, en su momento, a la que está viviendo Daniel Sancho. Se trata del español Artur Segarra, que asesinó a un empresario en el año 2016 cuando estaba en Bangkok.
A este español lo condenaron a la pena de muerte por los hechos pero gracias a que pidió al rey que le conmutaran la pena, en el año 2020 su condena fue modificada a cadena perpetua. Esta práctica se considera un acto de clemencia real y Daniel Sancho también podría recurrir a ella en caso de que se le imponga una pena de estas características.
Daniel sostiene que lo que le pasó a Edwin no estaba planeado. Argumentó a la Policía que propinó a la víctima un golpe en la bañera y que intentó reanimarlo. Al ver que no lo conseguía, dos horas después procedió a desmembrar el cuerpo y a meterlo en varias bolsas para ocultarlo, siempre según su versión. De demostrarse que los hechos ocurrieron tal y como el joven cuenta, en España esto se consideraría homicidio imprudente, lo que tendría una pena máxima de cuatro años. En Tailandia esta pena podría variar entre los 3 y los 8 años de prisión.
En su contra juegan dos agravantes: el descuartizamiento del cadáver y una posible planificación, porque compró utensilios que podían servirle para acabar con la vida de Edwin.
Los atenuantes, por su lado, podrían ser que Sancho ha confesado los hechos y está colaborando con la justicia. Además de esto la mediación de la embajada española podría ser crucial en el tipo de pena impuesta. Por eso todos los esfuerzos están centrados ahora en que a Daniel Sancho le concedan la extradición para poder cumplir su condena en una cárcel española.
Sin embargo tendrá que pasar, en cualquiera de los casos, entre 6 y 10 años en una prisión de Tailandia. Allí solo podrá recibir visitas de su abogado durante este tiempo.
Respecto a la familia de Edwin, su abogada ha comunicado que están trabajando en reunir todas las pruebas necesarias para que se haga justicia. Así pues han compartido que lo más importante para ellos, en este momento, es que se pueda repatriar el cuerpo del cirujano para que le puedan dar sepultura en Colombia. La familia de la víctima es de origen humilde y no puede hacerse cargo de los costes que esto supone, por lo que tendrán que solicitar ayuda externa.
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