Parricidio de Horta: encuentran polvos blancos en la cocina del padre que podrían ser valeriana

La Policía está a la espera de conocer los resultamos del examen toxicológico para determinar si el padre de los niños de Horta los sedó y luego se suicidó encendiendo la estufa de carbón.

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Pastillas.
Pastillas.

Casi un mes después de que tuviera lugar el hallazgo de los cuerpos de dos hermanos de 7 y 10 años y de su padre, de 53, en su piso de Horta, en Barcelona, ha trascendido que hay indicios de que se tratara de un asesinato y, por tanto, de un caso de violencia vicaria.

El grupo de homicidios de los Mossos d’Esquadra de Barcelona sigue trabajando a partir del relato de las declaraciones del entorno familiar y laboral del padre de los menores para tratar de dar con la etiología (la motivación) de este hombre de, presuntamente, acabar con la vida de sus dos hijos y suicidarse más tarde.

Indicios de crimen

La autopsia preliminar que se hizo a los tres cuerpos determinó que todos ellos murieron como consecuencia de la inhalación de monóxido de carbono que emitió, durante toda la noche, un brasero de carbón.

Cuando los agentes llegaron al lugar en el que se encontraban los cuerpos tuvieron que acceder a la vivienda por una ventana una vez que esta se había ventilado y era seguro entrar en ella. Una vez en su interior los policías de homicidios y de la policía científica realizaron con detenimiento una inspección ocular.

En la cocina encontraron un blíster vacío de valerianas y junto a él, un plato con restos de polvo blanco. También encontraron dos yogures vacíos y unas botellas de agua a los pies de la cama en la que estaban los cuerpos.

A la espera de que la confirmación de de los resultados del examen toxicológico, los investigadores sospechan que el padre habría sedado a sus hijos con grandes cantidades de este fármaco, machacándolo previamente e introduciéndolo en sus yogures o en la cena de los niños. Esto habría provocado que se quedaran dormidos y luego habría bloqueado todas las entradas y salidas de aire, puertas y ventanas, para que tuvieran una “muerte dulce” mediante la inhalación del gas que desprendía la estufa.

Posible caso de violencia vicaria

Los cuerpos fueron descubiertos después de que la madre, desesperada al no saber nada de sus hijos y conocer que tampoco habían ido al colegio diera la voz de alarma.

Su exmarido le pidió el domingo que los niños se quedaron a dormir con él, que se encargaría de llevarlos al centro escolar y que ella ya los podría recoger después.

La pareja llevaba casi un año separados y tal y como aseguró en un comunicado el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya no constaban denuncias previas, ni en el ámbito civil ni penal. Fue este dato en el que en un principio hizo sospechar a los investigadores, que cada vez tienen más indicios de que puede tratarse de un asesinato.

Cuando el caso saltó a la prensa la familia del padre, concretamente su madre y su hermana, emitieron un comunicado a través de las redes sociales en el que aseguraba que el hombre quería a sus hijos y que era imposible que les hubiera hecho daño. “Eran su vida y se desvivía por ellos”, aseguraron. El suceso continúa investigándose a esperas de que se conozca si los pequeños ingirieron valeriana. De ser así podría demostrarse que el padre cometió un asesinato.

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