“Me cambiaría con ese chico al que mi hijo ha matado”, habla el padre del agresor de Chipiona
El presunto asesino apuñaló al jugador de fútbol de 24 años y corrió para esconderse en casa de sus padres.
Chipiona despide a Paco Naval, el joven asesinado a puñaladas este sábado
El asesino del joven de Chipiona salió de casa con intención de matar "al primero que se encontrase"
Quería saber lo que se sentía al matar a alguien. Eso fue lo que el presunto asesino de Paco Naval, jugador del Chipiona Club de Fútbol, le dijo a su padre cuando lo encontró en su casa limpiando el cuchillo con el que había matado al deportista.
Paco tenía 24 años, estaba casado y tenía una hija de 3 años. El día de los hechos, el sábado 1 de abril, el joven había salido a tomar algo con un amigo en la zona de La Lagunilla, en la localidad gaditana de Chipiona.
Fue a la salida del bar cuando el presunto agresor se le acercó, como si fuera a abrazarlo, y le clavó un cuchillo de grandes dimensiones en la zona del tórax, para luego salir corriendo. El amigo con el que iba lo llevó al centro de salud más cercano pero, debido a la sangre que había perdido, Naval tuvo que ser trasladado de extrema gravedad al hospital de Sanlúcar y Jerez de la Frontera, donde falleció doce horas después.
El padre del agresor, que tiene problemas de adicción y antecedentes por malos tratos a su madre, se lo encontró en su casa limpiando la sangre del cuchillo. Fue él mismo quien lo obligó a entregarse en el cuartel de la Guardia Civil. Hacía solo dos semanas que había sido detenido por agredir a su progenitora.
Después de pasar a disposición judicial, el juez encargado del caso ha enviado al agresor, de solo 20 años, a prisión provisional comunicada y sin fianza. Ha explicado que tenía ganas de saber qué se sentía al atravesar el cuerpo de alguien con un cuchillo y que por eso eligió un cuerpo fuerte como el de Paco.
Las declaraciones del padre del agresor
El padre del acusado ha contado a El Programa de Ana Rosa que la familia está sufriendo mucho. El agresor tiene una hermana de 17 años que no para de recibir insultos y amenazas y critica que ella no es culpable de nada y está pagando las consecuencias de lo que ha hecho su hermano. “Entiendo que la verdadera víctima es Paco y su familia pero nosotros estamos sufriendo mucho también. Yo he entregado a mi propio hijo”, ha referido.
El padre, que tiene un trabajo de cara al público en la localidad y que conocía a la familia del asesinado ha confesado que le duele tener que ver cómo crece la hija de la víctima sin un padre, porque su hijo lo ha matado. “Si pudiera me cambiaría con ese chico al que mi hijo ha matado”, ha expresado.
Ha querido criticar, además, que habían acudido hasta en tres ocasiones al médico porque su hijo había sido diagnosticado con un trastorno mental y nunca consideraron que tuviera que ser internado a pesar de que sus padres transmitían a los sanitarios que tenía actitudes muy violentas.
Ha explicado que el chico no estaba bien, que tenía como fantasmas pero según las primeras investigaciones el chico actuó siendo consciente de lo que hacía y no había consumido ningún estupefaciente previamente a la agresión. El agresor, por el momento, se ha acogido a su derecho a no declarar.
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