Salen a la luz nuevas informaciones que comprometen a Dani Alves
Una cámara de seguridad captó cómo Dani Alves pasaba junto a la víctima que estaba llorando y la ignoraba.
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La información ha sido recabada por El Periódico, del grupo Prensa Ibérica, y gracias a ella se puede entender cuál fue la actitud del futbolista después de que tuviera lugar la presunta agresión sexual la noche del 30 de diciembre.
Una cámara de seguridad de la discoteca en la que la pregunta víctima y el futbolista estaban captó al jugador abandonando el local, después de que ambos hubieran estado en el aseo donde supuestamente tuvo lugar la violación.
En las imágenes, según este periódico, se puede observar cómo Alves sale de Sutton pasando junto a la víctima, que en ese momento le está relatando al personal de seguridad lo que acaba de suceder mientras llora. El deportista no se dirige a ninguna de ellas, aunque casi las roza al pasar y a pesar de que un rato antes han compartido espacio en la zona VIP. Finalmente se dirige a la puerta y sale de la sala de fiestas.
Lo que pasó después de estar en el baño
Antes de abandonar el local y justo después de estar en el baño con la chica, momento en el que no hay imágenes sobre ambos durante 16 minutos, Alves acude a la zona VIP en la que estaban antes.
Allí se encuentra una amiga de la presunta víctima junto a un amigo del futbolista. La otra amiga había bajado a la planta inferior. Alves, sin mediar palabra con ninguno de ellos, se dirige a la barra a pedir una copa.
Medio minuto después, las cámaras captan cómo la denunciante también sale del baño, se acerca a su amiga, la agarra por el brazo, le dice algo al oído y ambas se marchan. La amiga se despide con un beso del amigo de Alves, pero la denunciante no.
Alves está muy cerca de ellas pero evita el contacto visual con la joven. A pesar de haber compartido ese encuentro que, según el futbolista ha sido consentido, ni Alves ni la denunciante se hablan ni se despiden.
Es entonces cuando las dos amigas se dirigen a la planta inferior, agarradas. Pasan junto al guardarropa y se van hacia la salida de la discoteca, pero no les da tiempo a llegar a la puerta porque la víctima rompe a llorar y se observa cómo le cuenta a su amiga lo que acaba de suceder.
Se señala la rodilla, (el parte de lesiones del examen forense que se le practicará esa misma noche en el Hospital Clínic refiere lesiones en la rodilla) y la amiga la abraza.
Cuando las dos amigas se encuentran ya junto a la puerta principal, una cámara graba cómo acude un trabajador de seguridad a acompañarla. Luego lo hace un responsable del local. Es por ese mismo pasillo y un instante después por el que pasa Alves como si no hubiera sucedido nada y abandona el recinto.
Lo que considera la magistrada
La magistrada que entonces envió a Alves a prisión fue Anna Marín, que se encontraba cubriendo una baja de la magistrada titular del juzgado de instrucción número 15 de Barcelona. Ambas ratificaron la decisión de que permaneciera encarcelado y consideraron que, en dichas imágenes, la actitud del ex del Sevilla FC no concuerdan con la de alguien que ha mantenido relaciones con otra persona de manera consentida.
Al parecer, Alves era plenamente consciente de que la chica se encontraba junto a la puerta cuando él fue a abandonar el local, por eso no tiene sentido que la ignorara cuando poco antes habían estado juntos en un aseo, teniendo relaciones sexuales con consentimiento según la versión de éste.
El futbolista, que también había estado bailando pegado a la joven antes de ir al baño, no volvió a entablar diálogo alguno con ella a pesar de que la chica estaba nerviosa y llorando y la estaban consolando las amigas y dos trabajadores de la discoteca.
Según la denuncia de la víctima, la cual ha aportado capturas de pantalla de su móvil como prueba, el amigo de Alves se puso en contacto con sus amigas a través de Instagram después de estos hechos. Se interesó por ellas y se puso a su disposición por si necesitaban cualquier cosa. Ese contacto les pareció extraño a las chicas e informaron de ello a Mossos d’Esquadra.
A pesar de los intentos de Alves por parecer inocente en las tres versiones que ha dado sobre los hechos ocurridos, la posición de las huellas dactilares y las lesiones en la rodilla encajan con la versión de la joven. También respaldan su denuncia las pruebas de ADN, que han hallado restos de semen en la vagina de la víctima.
Si la cuarta versión de Alves, que deberá coincidir con todas las pruebas recabadas, se basa en que se trató de una relación consentida, deberá aclarar por qué la ignoró cuando se cruzó con ella, mientras lloraba, a la salida de Sutton la noche del 30 de diciembre.
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