La aldaba
Carlos Navarro Antolín
Más allá de la voz de la Laura Gallego
Los cuerpos y fuerzas de seguridad franceses están investigando la muerte violenta de un niño de siete años que ha aparecido en estado de semi congelación dentro de la bañera de su casa. Junto a él también se ha descubierto que sus hermanas, de 3 y 4 años, tenían síntomas de haber recibido golpes.
Por el momento la Policía ha detenido al padre de los tres menores al que se le acusa de un asesinato y de dos tentativas. También se ha detenido a la abuela de los pequeños y al tío por tratar de ocultar el crimen que podría haber cometido el padre. Por el momento se desconoce cómo murió el pequeño y cuál es el móvil de este trágico suceso.
Imran tenía solo siete años cuando lo encontraron muerto en la bañera de su casa, en estado de semi congelación, el pasado 14 de septiembre, en la ciudad francesa de Perpiñán, al sur del país. Quien dio la voz de alarma fue la trabajadora de una funeraria que avisó a emergencias de que podía estar ocurriendo algo en el domicilio en el que vivía el pequeño.
Esta trabajadora se dio cuenta de esto algo porque el padre se puso en contacto con ellos para repatriar el cadáver de su hijo a Argelia y les resultó muy raro que éste no tuviera certificado de defunción.
Cuando los agentes llegaron al inmueble, ubicado en un cuarto piso, hallaron al pequeño ya sin vida: "Un niño de 7 años que yacía sin vida en la bañera, parte de su cuerpo congelado y cubierto de huellas de golpes", relatan las fuentes policiales recogidas por L'Independant. Su padre, Salim B., de 28 años, ya ha sido detenido por su posible relación con la muerte.
Los agentes tuvieron que entrar en la casa forzando la cerradura ya que el padre, que estaba dentro, no les abría. De hecho, cuando los policías accedieron al inmueble encontraron a su padre con un cable alrededor del cuello amenazando con quitarse la vida.
Además se le acusa de intento de asesinato a sus dos hijas y a la vez hermanas del pequeño, de 3 y 4 años respectivamente. Segúnla agencia AFP varios agentes necesitaron atención psicológica tras presenciar la escena.
El fiscal de la República,Jean-David Cavaillé, anunció este sábado de la apertura de una investigación judicial y reveló que los exámenes médicos realizados a las dos niñas, durante la detención de su padre, evidencian múltiples lesiones en sus cuerpos y rostros. Por el momento sus vidas no corren peligro pero han estado muy graves. Una de ellas llegó inconsciente al hospital.
Las dos menores continúan hospitalizadas en un hospital de la ciudad. Salim también está acusado de haber falsificado su identidad con el objetivo de quedar impune del crimen cometido. "
Además del padre, la investigación también apunta a dos miembros de la familia: el tío y la abuela paterna, de 33 y 61 años respectivamente. Éstos están acusados de no denunciar el crimen. Según fuentes policiales que recogen algunos medios franceses, la abuela "habría proporcionado explicaciones contradictorias" a las autoridades, lo que llevó a su arresto el 15 de septiembre, un día después del descubrimiento del cuerpo sin vida de su nieto.
Los padres, que estaban separados, estaban en el punto de mira de los servicios sociales, por lo que había una investigación en curso. La madre, a la que se le había retirado la custodia y que tenía una discapacidad de tipo intelectual, ya había advertido a las autoridades del peligro que corrían sus tres hijos, pero no se hizo nada. La mujer ha precisado de atención psicológica tras conocer la noticia. El padre, por su parte, ya contaba con numerosos antecedentes policiales.
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