La ventana
Luis Carlos Peris
Perdidos por la ruta de los belenes
El 24 de junio de 2017 el padre Fran concedió una entrevista a los medios y en ella reconocía que había “entrado muy joven” al seminario y que necesitaba “pararse a pensar si eso era lo suyo” por si “se hubiera apresurado” al tomar la decisión de ser cura.
Por eso cuando salió del seminario pidió una excedencia para reflexionar sobre su futuro. Sin embargo, tal y como argumentó en su día, “el Señor lo llamó para ser cura y no se iba a estar resistiendo”. Por este motivo empezó a dar misas con apenas 28 años estando destinado en diferentes sitios de la provincia de Málaga, Córdoba y Melilla.
Las víctimas del padre Fran eran sus antiguas compañeras de los colegios religiosos. Salía con ellas a tomar algo y solían coincidir en convivencias. Luego volvían a las casas parroquiales y presuntamente ahí aprovechaba para drogarlas y violarlas.
El padre Fran lo grababa todo con su teléfono móvil y con las luces encendidas. Es posible que en algunas ocasiones utilizara las casas parroquiales para llevar a cabo las agresiones sexuales. Ahora los investigadores están centrados, por un lado, en averiguar si hay más víctimas, ya que sospechan que podría hacer hasta una decena de mujeres afectadas. Por otro lado también se está comprobando si los vídeos que grabó los difundió por algún canal.
Se trata de decenas de vídeos que la Policía se encuentra analizando de forma minuciosa. De momento lo que se sabe es que las agresiones se habrían producido entre 2017 y 2019 aunque no se descarta que se hayan producido actos parecidos en años anteriores.
En una entrevista concedida a Antena 3 la ahora expareja del sacerdote que lo denunció contó que cuando vio los vídeos lo primero que hizo fue pedirle explicaciones a él. “¿Qué es esto?”, comenta que le preguntó. Su respuesta fue: “Esto es de mi vida anterior. Ya sabes que soy un golfo. Esto era en las borracheras”. Ella aun así lo increpó y le aseguró que lo destaparía todo, a lo que él la amenazó dicéndole: “Me voy a quedar sin trabajo por tu culpa”.
La que era su pareja ha contado que consumía alcohol y otras sustancias, aunque no ha especificado cuáles. Esto ha permitido a los investigadores hacerse una imagen de cómo es el párroco y qué comportamientos tenía, aunque en ningún caso es el objeto del delito.
Según ha trascendido, la joven que descubrió los vídeos se pensó mucho cómo proceder porque no quería perjudicar la imagen de la iglesia ya que ella es practicante. Finalmente la chica presentó la denuncia ante la Policía el día 6 de septiembre. Poco después Fran la denuncia a ella por haberle robado material informático y esto es clave porque se demostraría así que el disco duro era de él. El día 11 del mismo mes el párroco sería detenido.
Por el momento el sacerdote no está colaborando con la investigación. Se le acusa de cuatro delitos de agresiones sexuales y cinco contra la intimidad, ya que una de las mujeres accedió a acostarse con él pero no a ser grabada.
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