Un menor viola a una niña de 13 años pero condenan al amigo

El chico que cometió la agresión tiene 11 años y es inimputable mientras que quien vigilaba era su amigo de 14 años.

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Un patrullero de los Mossos d'Esquadra
Un patrullero de los Mossos d'Esquadra / M.G.
Carmen P. Acal

15 de abril 2023 - 10:21

El Juzgado de Menores número 6 de Barcelona ha condenado a un menor de edad en la ciudad condal después de estar vigilando el entorno para que su amigo pudiera agredir sexualmente a una niña de 13 años.

Los hechos tuvieron lugar el 25 septiembre de 2020, en torno a las 21:00 horas, en la ciudad condal cuando dos menores, uno de 11 años y otro de 14, obligaron a una adolescente de 13 años a mantener relaciones sexuales con el menor de los dos mientras el otro vigilaba que nadie los viera.

La sentencia del juzgado relata que la niña fue forzada para hacerle una felación a su agresor y que después éste la penetró analmente. Mientras, el amigo lo contemplaba todo.

La violación se produjo en un parque de la Rambla Prim. Allí los dos amigos se habían citado y una vez en el entorno se percataron de que por allí estaba pasando la víctima, que iba sola hacia su casa. Los dos se pusieron a andar a su lado y el menor de ellos le dijo: “te acompaño”. Ella le dijo que no hacía falta y ante la insistencia de los chicos la niña se asustó. En su declaración llegó a decir que vio cómo el chico simulaba esconder un objeto peligroso en la riñonera que portaba.

Acto seguido, hizo desviar a la niña de su camino, exigiéndole que bajara por un lugar distinto al que la conducía a su casa. La muchacha le dijo que no quería ir por allí, pero él la amenazó diciéndole: "¿Quieres vivir o morir?". Mientras, el otro joven de 14 años contemplaba la situación sin hacer nada.

La víctima, atemorizada, dijo que quería vivir. Entonces, el autor material de la agresión sexual exigió a la niña que le hiciera una felación, mientras que indicaba a su amigo que se ubicara en un lugar para vigilar el entorno. La muchacha se negó inicialmente, pero el chico de 11 años la volvió a amenazar de muertey ella se vio obligada a ceder. Después la penetró analmente. Su amigo no hizo nada para impedirlo.

El juicio

El juicio por los hechos se celebró el pasado 23 de febrero y en él el fiscal. En la vista, el menor acusado declaró que estaba con su amigo en el parque de las Palmeras y vieron a la víctima, a la que conocían del barrio. Según su versión, su amigo y la muchacha hablaban, pero él no les entendía porqué iba un poco atrás. Tampoco sintió ninguna amenaza su amigo de entonces 11 años hacia la niña y ella “tampoco le pidió ayuda”.

En un momento determinado su amigo le dio su mochila y le dijo que esperara en lo alto de unas escaleras. Según contó se marcharon y él se quedó sentado en un banco unos cinco minutos. Luego su amigo volvió y la chica se marchó. El autor de la agresión le comentó que la chica le había hecho una felación de forma consentida. También aseguró que la chica no parecía estar asustada.

La magistrada, sin embargo, se cree la versión de la víctima, que ha contado los hechos de forma completamente diferente. La jueza la cree después de considerar que su relato siempre ha sido el mismo, desde que tuvo que declarar ante las Mossas que atendieron hasta que pasó por delante de la Fiscalía y de la jueza.

Además no tiene ninguna animadversión hacia el acusado ni hacia su amigo inimputable. En el juicio, ella sostuvo que el acusado había visto la agresión en todo momento.

La condena

Ahora el Juzgado de Menores lo ha condenado a un año y medio de internamiento como cooperador necesario de la agresión sexual que cometió el otro menor. También tendrá que cumplir dos años más de libertad vigilada como cooperador de un delito de agresión sexual con acceso carnal por vía bucal y anal a una persona menor de 16 años y pagar una indemnización a la víctima de 5.000 euros por los daños morales. Como suele pasar en estos casos, el dinero lo tendrán que desembolsar los padres del condenado.

Respecto a la pena, los informes sociales determinan que el acusado forma parte de una familia con lazos afectivos muy fuertes pero un estilo educativo "laxo e inconsistente, con una capacidad normativa muy escasa". De hecho ya se le había abierto un expediente con anterioridad por el riesgo de tener un comportamiento violento.

No obstante el condenado ha mejorado su rendimiento y su comportamiento por lo que Fiscalía ha solicitado una rebaja de su condena, que inicialmente era de tres años.

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