El pueblo de Carmona pide justicia por la muerte de la joven Ana Buza
Las pruebas periciales solicitadas por los padres de la joven demuestran que su hija no se suicidó y que fue atropellada de manera intencionada.
¿Qué le pasó a Ana Buza y por qué el caso de su muerte sigue sin estar resuelto?
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Ana Buza perdió la vida a los 19 años, en la localidad sevillana de Carmona, mientras iba en coche con su pareja. Era 7 de septiembre de 2019.
Las primeras investigaciones sobre el accidente determinaron que la chica se había suicidado basándose, sobre todo, en la versión que ofreció la pareja de los hechos. En un principio los padres de la víctima se conformaron con esa idea, pero a los días comenzaron a sospechar que detrás del accidente de su hija no había una muerte voluntaria sino un posible caso de homicidio en el que podría estar implicado el novio de la joven.
Los padres de la joven llevan pidiendo que se haga justicia desde el trágico suceso, denuncian que no se investigó lo suficiente y reclaman que el caso de la muerte de su hija sea llevado por un juzgado de violencia de género. Para ello cuentan con el apoyo de los colectivos Pavanas Carmona y Justicia para Ana Buza.
La versión oficial es que Ana iba junto a su novio circulando a una velocidad de 117 kilómetros por hora por la autovía A-4 que pasa por la localidad. Según él, Ana, que iba en el asiento trasero, abrió la puerta del coche, en marcha, y saltó para quitarse la vida.
Durante todo este tiempo, los padres han contratado a forenses, criminólogos, ingenieros y peritos y han llegado a hacer 15 ensayos en el lugar de los hechos, todos con resultados similares: Ana fue atropellada lateralmente. Además de estos informes, la psicóloga que trataba al chico ha asegurado que tenía el perfil de una persona celosa, manipuladora y violenta.
Las versiones de su pareja
Antonio Buza, el padre de la joven, ha concedido una entrevista al programa ‘En boca de todos’ de Cuatro en la que denuncia la falta de claridad en la investigación. Ha indicado que la Guardia Civil, en un primer momento, no les comentó nada a los familiares y que, sin embargo, su pareja contó que se había abierto la puerta del coche en el que iban y que no entendía qué había podido ocurrir.
Lo que no sabían los padres de Ana es que el joven había cambiado hasta en cuatro ocasiones la versión de lo sucedido aquella madrugada, tal y como “queda recogido en un informe de los motoristas de la Guardia Civil”, ha asegurado el padre.
En la primera versión que ofreció el joven indicó que se les había cruzado un animal. Sin embargo, un agente lo increpó en el momento y lo acusó de haberla matado. Entonces, el novio cambió su versión y dijo que se había despistado, había mirado hacia atrás, donde Ana iba sentada, y se había estrellado contra el quitamiedos de la carretera.
Cuando la madre de la víctima llegó al lugar de los hechos, en torno a las 04:00 horas, le permiten que hable con la pareja de su hija y él da una tercera versión en la que empieza a reiterar que la chica se había lanzado con el coche en marcha de manera voluntaria porque se encontraba mal al haber discutido con su padre por sus malas calificaciones en la carrera.
Antonio cuenta que Ana era una alumna brillante: “mi hija sacó un 13,685 sobre 14 en Selectividad y en 1º de Filosofía había sacado varias matrículas de honor y sobresalientes hasta el punto de hacerle un homenaje”.
Cuando el joven contó esto a la madre, un agente que estaba presente y que conocía a la víctima negó que eso pudiera ser verdad, y el chico volvió a cambiar de versión por cuarta vez. En esta ocasión comunicó que la discusión entre Ana y su padre se debió a temas económicos.
Las pruebas periciales
Los padres, que no se han conformado con las pruebas que llevó a cabo la Guardia Civil, han contratado por su cuenta a varios profesionales que pudieran hacer más pruebas sobre lo ocurrido en aquel accidente.
El día de los hechos Ana iba sentada en la parte trasera del vehículo y no en el asiento del copiloto porque en ese sitio, según contó el novio, estaba sentado su padre, al que acababan de dejar en su casa.
La chica pesaba 51 kilos, aproximadamente, y esa noche había viento en contra de unos 10 kilómetros por hora. Los peritos han hecho pruebas con un coche de la misma marca, modelo, antigüedad y kilometraje similar al vehículo en el que iba su hija.
Si bien es cierto que alguien con fuerza podría llegar a abrir la puerta del vehículo, no es plausible, sin embargo, que llegue a saltar de él estando en marcha.
La familia de Ana Buza ha presentado dos informes forenses distintos y ahora están preparando tres más, dos de ellos de reconstrucción de accidentes. Uno lo está llevando a cabo un ingeniero y el otro un antiguo policía judicial, actualmente criminólogo. Antonio Buza ha confirmado que en los estudios que cada uno de los profesionales está realizando se llega a la misma conclusión: Ana murió de un atropello intencionado con un coche.
Manifestación en Carmona
Durante la marcha del 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, decenas de personas del pueblo de la joven y de los colectivos anteriormente mencionados se personaron en la manifestación que tuvo lugar en Sevilla con carteles y fotografías de Ana Buza en los que pedían que se hiciera justicia.
En el comunicado emitido por dichos colectivos piden, entre otras cosas, que el caso sea trasladado a un Juzgado de Violencia de Género “y que se tengan en cuenta todas las periciales y pruebas científicas y objetivas aportadas a la causa”.
También denuncian “todas las negligencias cometidas por las personas en cuyas manos ha estado el investigar e intentar averiguar la verdad de lo que pasó, para que ninguna injusticia quede impune”
El día 12 de marzo tendrá lugar una manifestación a las 11:00 horas, que arrancará en el paseo de Estatuto de la ciudad carmonense y finalizará frente a los juzgados del municipio.
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