“Vino Claudia diciendo que se lo había llevado un señor”: continúa el juicio del crimen de Lardero
El acusado de haber violado y matado a Álex se enfrenta a la prisión permanente revisable tras los hechos.
La declaración en exclusiva del asesino de Lardero: "A veces pierdo la conexión con la realidad"
El padre de Álex, el niño de 9 años presuntamente asesinado tras ser agredido sexualmente en Lardero el 21 de octubre de 2021 por Francisco Javier Almeida ha comparecido en la mañana del miércoles, 22 de marzo, ante el juez encargado del caso en la Audiencia Provincial de Logroño.
El primer día de la vista compareció el presunto agresor, mientras que al día siguiente lo hicieron varios policías que atendieron al pequeño el día de los hechos y detuvieron a Almeida, junto a algunos padres de otros menores que estuvieron presentes. Los policías dejaron claro que el hombre no estaba bebido porque, de lo contrario, no habría sido capaz de bajar a un niño de 9 años y 35 kilos de peso en brazos, del tercer piso al segundo. Los investigadores creen que eligió a su víctima pensando que sería más vulnerable.
Durante la tercera jornada del juicio ha tenido lugar el turno del padre del menor que ha asegurado, en respuesta a las preguntas del fiscal, que tanto él como su mujer “están muertos en vida porque les han quitado toda la alegría”. Éste ha comparecido a petición del juez que lleva la causa.
Ha recordado que esa tarde se encontraba con su esposa y otro matrimonio amigo en un merendero, junto al parque Entre Ríos de Lardero, donde jugaban sus hijos disfrazados por la fiesta de Halloween.
"Justo antes de cenar, mi hijo Álex nos pidió despedirse de unos amiguitos”. Lo dejaron salir con la hija de la otra pareja y dejaron la puerta del merendero entreabierta porque hacía un poco de frío. “Era nada, salir al parque y volver, y en nada vino Claudia diciendo que se lo había llevado un señor”, ha continuado explicando el padre.“A todo correr salimos a buscarlo y mi mujer llamó a la Policía", ha relatado, visiblemente emocionado.
Cuando Claudia dio la voz de alarma los padres buscaron primero en los portales situados enfrente del edificio del acusado, hasta que lo vieron con el niño. Oyeron que el hombre ya había querido llevarse a otros niños por lo que sospecharon de él desde el primer momento.
Varios sanitarios que había por la zona intentaron reanimar al menor, pero ya no tenía pulso ni respiraba, según han confirmado este miércoles un médico y una enfermera que acudieron a asistir al pequeño.
La conclusión del padre es que el hombre tuvo que llevárselo a la fuerza porque aunque al pequeño le gustaban los animales no se habría marchado voluntariamente con un desconocido.
Junto al padre han declarado los progenitores de otros niños y niñas que jugaban por la zona y que han alertado de que sus hijos ya habían mencionado el miedo que les provocaba este hombre con anterioridad a los hechos.
En relación a este asunto, han declarado como testigos tres madres vecinas de esta zona, una de las cuáles ha indicado que llamó a la Policía Local de Lardero porque, una semana y media antes, el acusado devolvió una pelota en el parque a su hija y a una amiga, de unos 7 u 8 años, y las invitó a ir a su casa para ver unos pajaritos.
Ha agregado que llamó a la Policía Local de Lardero para poner una denuncia, pero lo agentes le dijeron que no tenían contra quién ponerla y, además, no había pasado nada, pero les recomendaron que estuvieran vigilantes y se comprometieron a vigilar más la zona, que después patrullaban en moto. Una de las madres ha indicado que, cuando sucedieron los hechos, su hijo le dijo: “es el hombre del banco, mamá, el que te dije que no me gustaba”.
También ha declarado otra vecina de la zona, cuyo hijo había fotografiado previamente al acusado asomado a la ventana de su casa, ya que los menores lo habían encontrado varias veces sentado en el parque y les parecía "muy oscuro", han indicado ante el magistrado.
Los allegados a la familia han reconocido que están siendo días muy duros donde también están sufriendo los amigos del pequeño. Además han recalcado lo violento que ha sido para ellos tener que compartir espacio y verle la cara al presunto agresor porque, a pesar de que solicitaron un biombo que los separara, no se lo concedieron.
El fiscal y la acusación particular formada por la familia de Álex, exigen para Almeida la prisión permanente revisable por un delito de asesinato y 15 años de cárcel por el de agresión sexual. A esta petición se suma la acusación popular representada por la Asociación Clara Campoamor. La defensa pide la absolución.
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