Arranca el juicio por el crimen de Oza: de infidelidad a asesinato

El único acusado sostiene que él solo quería rovar en la casa y que otra persona que iba con él fue el que acabó con la vida de Cristina.

Crimen de Oza: una supuesta infidelidad que acabó con la vida de una mujer

Uno de los que ayudó a la víctima de una violación grupal en Valencia era su agresor

Un agente de la Guardia Civil.

Continúa el juicio por el crimen de Oza en el que se acusa a Alberto de la muerte de Cristina. La víctima sería la mujer del hombre que estaba teniendo un romance con la esposa de Alberto. Lo que señalaban las investigaciones era que el presunto asesino entró en el domicilio de Pablo para acabar con él al enterarse de que tenía una relación con quien era su mujer, pero al no encontrarlo mató a Cristina, la pareja de Pablo.

Desde el primer momento Alberto defendió la versión de que él entró en la casa para robar y que no acabó con la vida de Cristina. Quien lo hizo, según su versión, fue otra persona que había junto a él, del que solo conoce el nombre de pila, por lo que la Policía no lo ha podido identificar. La Fiscalía pide para él 28 años de prisión por un delito de asesinato.

El juicio comenzó ayer, 9 de noviembre, en Coruña. Durante la primera sesión del mismo declararon los guardias civiles que se ocuparon del caso, el cual tuvo lugar en 2021. El único acusado reconocía ayer ser el culpable pero no del asesinato de Cristina sino del robo a su domicilio. El asesinato se lo imputa a un íntimo amigo suyo del que no ha ofrecido más datos y al que, al parecer, no ve desde el día de los hechos.

Su defensa insiste en que Alberto no fue quien disparó a Cristina y que, por ello, no se encontró pólvora en sus manos, por lo que solicita una condena de 2 a 5 años por un delito de robo con violencia.

La Guardia Civil justifica la falta de pólvora en las manos del acusado explicado que a Alberto, cuando lo encuentran los agentes, le da un infarto y es trasladado al hospital de urgencia. Ya allí los sanitarios le lavan a conciencia las manos por lo que eso podría suponer que los restos de pólvora desaparecieran de ellas.

Segundo implicado

El foco de la investigación también se ha puesto en un segundo implicado con el que no se consigue dar. Su nombre sería Paulo, aunque lo conocen como Porto. Se trataría de un viejo amigo de Alberto con el que se habría visto horas antes en un narcopiso. Según el relato del acusado, éste habría ido con Paulo a la casa de Cristina a robar y que habría sido el segundo quien habría acabado con la vida de la mujer. Acusación particular y Fiscalía no dudan de que fue Alberto quien asesinó a la mujer por venganza.

Pablo, el marido de la víctima, y Sandra, la pareja de Alberto, trabajan juntos en la misma empresa y, según parece, tenían una relación extramatrimonial entre ellos. Este sería el detonante para que Alberto quisiera cometer el crimen.

Según la Guardia Civil, “los vestigios biológicos encontrados apuntan únicamente a la presencia de Alberto allí. Los testigos nunca hablan de dos personas, solo trasladan que ven a un atacante”.

El juicio se extenderá hasta la próxima semana. Por el momento están declarando los agentes que investigaron el caso y el acusado lo hará en último lugar por petición propia.

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