Crimen de Mondariz: 90 puñaladas y un asesino que dejó a la víctima agonizando en un sótano

Los hechos tuvieron lugar en enero de 2021 cuando Miguel Ángel G.M. acabó con la vida de José Luís Faro en un hostal de Mondariz, un municipio de Pontevedra. Concretamente el suceso tuvo que tener lugar entre la tarde del 17 de enero (la última vez que se vio con vida a José Luis) y la noche del 22, cuando se halló el cadáve.

Ambos se encontraban ahí hospedados desde hacía tiempo. De hecho eran los únicos huéspedes en ese momento. José Luis tenía 44 años y llevaba casi 20 años residiendo en dicho hostal.

Según el relato del ministerio público, unos días antes del suceso, la víctima informó a la propietaria del hostal de que el acusado lo molestaba porque no paraba de pedirle tabaco, hacía mucho ruido y daba golpes en la pared.

Miguel Ángel se enteró de dicha queja y, prosigue el escrito de la acusación pública, se habría encarado directamente con su vecino de habitación: “Me has jodido, te voy a pasar por la piedra”.

La noche en que fue asesinado, Miguel Ángel le asestó entre 80 y 90 puñaladas sin que la víctima tuviera oportunidad de defenderse. Tras ello, desplazó su cuerpo, aun con vida, a un semisótano en el que acabó muriendo. Allí fue donde lo encontraron los agentes y un día después el asesino era detenido por la Guardia Civil en un hotel de Vigo, ciudad a la que huyó.

Fue un asesinato

Días antes de acabar con la vida de su vecino de forma brutal, el procesado había comprado un cuchillo de cocina en un bazar de Ponteareas, algo que quedó registrado en la grabación de las cámaras de vigilancia del establecimiento. La forma y dimensión de este cuchillo serían compatibles con todas las heridas que presentaba el cuerpo del fallecido según establecieron los forenses tras hacerle la autopsia.

El escenario del asesinato fue la habitación de la víctima en el hostal, lugar donde recibió todas o la mayoría de puñaladas. Por la forma en la que se produjo el ataque mortal no pudo huir ni defenderse de su asesino, que lo trasladó agonizando, todavía con vida, al semisótano donde se acabó hallando su cuerpo.

La autopsia determinó que la causa de la muerte de este vecino de Mondariz fue un shock hipovolémico por hemorragia externa e interna debido a las múltiples heridas por arma blanca que recibió, que se cifraron entre 80 y 90.

La pena que se pide

Tras dos años de espera, el presunto agresor está próximo sentarse en el banquillo de los acusados en un juicio que se celebrará con jurado popular en la Audiencia Provincial de Pontevedra.

La Fiscalía pide para él 17 años de prisión. Junto a la pena de prisión, el fiscal solicita que se imponga al acusado una medida de prohibición de aproximación y comunicación con los familiares del fallecido hasta el segundo grado de consanguinidad, así como las indemnizaciones que correspondan.

Tal y como recoge Caso Abierto, una cuestión en la que se detiene el escrito de acusación de la Fiscalía es que el presunto asesino está diagnosticado desde 2009 de una psicosis esquizofrenia paranoide. Por este motivo estuvo, de hecho, ingresado en varias ocasiones en el área de psiquiatría del hospital en 2018, 2019 y 2020. que motivó de hecho varios ingresos en áreas de psiquiatría en 2018, 2019 y 2020.

Esto podría explicar que en el momento de cometer el crimen pudo actuar con una disminución parcial de su capacidad volitiva, que es la que domina los impulsos. Sin embargo se considera, también en dicho escrito, que esto no le impide distinguir lo que está bien de lo que está mal.