¿Qué le ha pasado a Jamal, el hombre secuestrado en Marbella?
Jamal fue asaltado por ocho personas en la localidad malagueña cuando volvía de cenar con su mujer.
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Jamal B. estaba pasando unas vacaciones junto a su mujer en Marbella. Es holandés, aunque de origen marroquí, padre de cinco hijos y empresario del sector de la construcción y de la venta de relojes de lujo en Dubái. Poseía varios coches de alta gama y tenía una vida cómoda.
El 22 de agosto de 2021 Jamal y su pareja habían salido a cenar en el municipio cuando, de vuelta a casa y mientras iban en su todoterreno, dos coches blancos les bloquearon el paso.
De ellos salieron ocho individuos disfrazados de policías que, con mucha violencia, sacaron a Jamal del coche para introducirlo en uno de sus vehículos. "¡Alto!", le gritaron mientras lo empujaban del interior del Mercedes Clase G que conducía. Un vehículo que en su versión más barata supera los 120.000 euros.
A pesar del revuelo que se originó por las voces, tanto de él como de su mujer, que desde el coche le decía a su marido que no creía que los que los habían parado fueran policías, y de que muchos curiosos se acercaran a ver lo que sucedía, nadie pudo impedir la desaparición de Jamal.
Tras los hechos, la familia nunca recibió ningún mensaje de él, ninguna amenaza para que ofrecieran un rescate ni ninguna noticia la respecto. A Jamal no lo volverían a ver jamás.
Tras los hechos se abrió una investigación en la que la Policía Nacional se involucró para conocer lo que había sucedido y dónde estaba el empresario. Sin embargo, un año y medio después la familia sigue sin saber nada de él.
Por eso ahora han pedido que se difundan las imágenes de su cara a través de los medios de comunicación y aseguran que recompensarán con 100.000 euros a quien aporte alguna pista que permita conocer su paradero.
Las pesquisas, sin embargo, podrían reactivarse tras conocerse la existencia de una grabación que se hizo para un caso de narcotráfico que, en principio, nada tenía que ver con el secuestro de Jamal.
La grabación
Días antes del asalto dos hombres vigilaban a una persona cuyas características encajaban con las de la víctima. Hablan de que es una persona que posee coches de lujo, que lleva un reloj como el que lucía Jamal y que tiene un hermano que se le parece mucho a él, (el desaparecido tenía un hermano gemelo).
Los hombres cuya conversación queda grabada comentan, también, un encontronazo con la persona de la que hablan hace unos tres años y bromean con unos franceses que no tienen pudo en ejecutar a alguien. Por este tipo de premisas la Policía Nacional considera que el escenario es el propio de un suceso con un fatal desenlace.
La Policía Nacional sostiene en sus diligencias que el ahora secuestrado es una persona relacionada con operaciones de narcotráfico y vinculan su secuestro a estas actividades.
Su entorno, por su parte, lo niega tajantemente y manifiestan que "nunca ha sido detenido, en ningún sitio del mundo". A parte de las personas a las que se grabó, la Policía estuvo investigando a otros dos hombres de los que la familia sospecha.
Por eso, se emitió una orden europea de extradición(OEDE), y el que estaba plenamente identificado fue citado en el Juzgado de Instrucción número 2 de Torremolinos. Aunque se negó a declarar ante la autoridad judicial que lleva el caso.
Los agentes implicados en la investigación siguen esforzándose para conocer su paradero y afirman estar abiertos a mantener canales de comunicación con los secuestradores o las personas implicadas. La causa la lidera la titular del Juzgado de Instrucción número 1 de Marbella y por el momento está declarado el secreto de sumario.
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